«Hidden Soldier» camela al público

El efecto pernicioso de los vídeojuegos, sus riesgos y consecuencias fatales entre la población infantil y adolescente, subyace en el cortometraje Hidden Soldier , del leonés Alejandro Suárez, que representa a España en la sección oficial y que tuvo una buena acogida durante su proyección en el Teatro Calderón.

Suárez convierte la antigua fábrica azucarera de Veguellina de Órbigo en un cuartel nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y asigna al actor Víctor Clavijo el papel de un soldado aliado e infiltrado en las líneas enemigas, pero finalmente descubierto y acosado por los alemanes.

Después de una persecución infructuosa, en un descuido de sus captores nazis, el soldado infiltrado domina la situación y reduce a tiros, hasta asesinarlos, a un oficial y a varios soldados que al final resultan ser seres reales abatidos por un adolescente imbuido de un juego virtual de guerra que no ha podido controlar.

Hidden Soldier es el único filme español que compite dentro de la sección oficial del festival por la Espiga de Oro. El filme de Suárez, hijo del también cieasta Julio Suárez, volverá a proyectarse hoy en la Seminci en dos pases.

Alejandro Suárez anunció a este periódico que el corto, de doce minutos de duración, se estrenará en noviembre en León y en Veguellina. Hidden Soldier ya ha sido seleccionado para participar en otros dos festivales, el Cortogenia de Madrid y el Festival de Cine de Murcia.