«Es un sonido que eleva el espíritu»

-”El concierto de hoy recrea un oficio litúrgico... ¿se va a encontrar el aficionado con la copia de una ceremonia religiosa como tal?

-”No, se trata más bien de la reconstrucción de un oficio del siglo XVI, y como tal recreación, nos permitimos en ella algunas licencias, sobre todo alternando el canto y la recitación de versos y versículos con la interpretación de piezas musicales. Juntos pero no revueltos.

-”¿Cómo definiría, en lo sonoro, el espectáculo de esta noche?

-”Podríamos decir que será una especie de «caleidoscopio sonoro». Recrearemos la música del Siglo de Oro español reconstruyendo los sonidos que produciría una de aquellas «capillas», que podían ser tanto de Corte como de catedrales.

-”De nuevo estarán acompañados, hoy, por los Ministriles de Marsias, ¿qué instrumentos emplean sus componentes?

-”Son fieles copias de instrumentos propios de la época: además de, por supuesto, el órgano, está el cornetto o corneta, la chirimía, el bajón, el sacabuche... Todo ello, unido a las voces, produce un sonido que eleva el espíritu de quien lo escucha.

-”¿Quién fue, en pocas palabras, Antonio de Cabezón?

-”Fue el compositor y organista español, y también europeo, más importante del siglo XVI. Organista de la Corte, era ciego, pero su ceguera no le impidió acompañar al rey Felipe II por toda Europa. A su muerte, su hijo Hernando intentó reunir su obra y la publicó en 1578, aunque lamentaba que aquello era tan sólo «las migajas que caían de su mesa». Desconocemos, pues, la mayor parte de su obra, pero lo que tenemos es de primerísima calidad, y hoy lo ofreceremos a León, ciudad que tanto interés ha venido demostrando por la música antigua.