Diario de León

Duende y jondura, Patrimonio Universal

La Unesco incluye en su lista el flamenco, la dieta mediterránea, los castells, el canto de la Sibila y la cetrería

La bailaora Pepa Montes en su espectáculo «Flamenco universal».

La bailaora Pepa Montes en su espectáculo «Flamenco universal».

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Miguel Lorenci | Madrid
León

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Pleno español ante la Unesco. El flamenco es ya Patrimonio de la Humanidad. Pero también la dieta mediterránea, la muy catalana tradición de los castells, el atávico y mallorquín canto de la Sibila y el milenario arte de la caza con rapaces, la cetrería que se practica de Iberia a Mongolia pasando por Chequia o Arabia.

Así se decidió ayer en la quinta reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura celebrada en Nairobi (Kenia).

Por fin el duende, el quejío y la jondura, que ya aspiraron al reconocimiento en 2005, ganaron categoría de patrimonio universal en una sesión en la que la Unesco valoró este un total de 47 propuestas procedentes de distintos países. Este esperado reconocimiento no lleva aparejado ni dotación económica no políticas especiales, pero aporta un prestigio y una repercusión global que sí puede traducirse, en términos económicos, por un mayor interés mediático y en productos culturales y turísticos. España había presentado cinco candidaturas. Tres eran de exclusividad ibérica -el flamenco, el canto de la Sibila de Mallorca y los castells catalanes y sus castellers- y las otras dos compartidas con varios países de la ribera del Marenostrum: la dieta Mediterránea (presentada junto a Grecia, Italia y Marruecos) y la cetrería, junto a Francia, Emiratos Árabes Unidos, Bélgica, República Checa, Francia, Corea, Qatar, Mongolia, Marruecos, Arabia Saudí y Siria.

A la segunda fue la vencida. Cinco años después de quedarse a las puertas la declaración favorable, los altos funcionarios de la comisión de la Unesco reunidos sancionaban la propuesta sobre el flamenco. Un propuesta promovida por la Junta de Andalucía y respaldada por los Gobiernos autonómicos de Extremadura y Murcia. Más de dos millones de andaluces se subieron a este carro universalizador de sus raíces flamencas a través de las mociones de apoyo aprobadas en los ayuntamientos de un sinfín de pueblos y ciudades de esta comunidad. Miles de personas de más 60 países respaldaron también la propuesta de encumbrar al flamenco en el mundo a través de Internet junto a centenares de cartas de apoyo de instituciones my diversas y colectivos de artistas que apostaron decididamente por elevar el flamenco a una categoría universal

España participaba por primera vez, a través de los Ministerios de Cultura y de Exteriores y de Cooperación, como miembro electo del comité, formado por 24 países de los 132 que han ratificado la Convención de Patrimonio Inmaterial, posición que ocupará durante cuatro años

En la lista de la Unesco hay 166 manifestaciones muy diversas de 77 países a los que, además de los españoles, se suman ahora la comida tradicional mexicana, la Ópera de Pekín, el baile peruano de la Huocanada, la lucha turca de Kirpinar, los canto coreanos del Gagok o la medicina tradicional china

Único. En la documentación remitida por España a la Unesco se planteaba que «el flamenco es una expresión artística producto del cante, la danza y la música» y se le presentaba como «la más significativa y representativa manifestación del patrimonio cultural inmaterial del sur de España, representando una aportación única de la cultura española en el mundo». Se ponía igualmente el acento en su papel social, destacando como el flamenco «dota de identidad a comunidades, grupos y personas; aporta ritos y ceremonias de la vida social y privada; y crea un vocabulario y corpus de expresiones»

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, expresaba su satisfacción por la decisión de la Unesco y felicitó a todos los miembros de la comunidad flamenca. «El reconocimiento compromete a las administraciones para conservar e impulsar estas manifestaciones», dijo la ministra. Todos los aficionados al flamenco y las personas que participan en esta expresión cultural saben que con esta declaración se garantiza y compromete a los gobiernos y todas las administraciones a su preservación y su fomento, a conservarlas tal y como las heredamos desde hace siglos y a que sigamos fomentando su desarrollo y su evolución». Aunque es una manifestación cultural representativa e identitaria del patrimonio cultural inmaterial de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura y Murcia se ha convertido en un signo distintivo de la cultura española en el mundo. u expresión vocal, el cante, funde la tradición oral y colectiva y la creación personal. Con estructuras musicales diversas y unas letras breves y sencillas, sirve de cauce para la expresión de todos los sentimientos y estados de ánimo: la pena, la alegría, la tragedia, el júbilo, el dolor o el miedo. En el baile hay un amplio abanico de manifestaciones que expresan tristezas y alegrías. Su diversidad depende de aspectos musicales, coreográficos (estructurados o espontáneos), geográficos (escuelas locales) y de contenidos

Dieta mediterránea. Es una práctica social basada en el conjunto de habilidades, conocimientos y tradiciones que van desde el paisaje a la mesa, y que en las culturas mediterráneas influye en actividades como la cosecha, recolección, pesca, conservación, transformación, preparación, cocina y, especialmente, en la alimentación en al que cabe del gazpacho al cuscús o el tabulé. Este estilo de vida singular, determinado por el clima y por el emplazamiento junto al Mediterráneo, se manifiesta también a través de fiestas y celebraciones que propician gestos de reconocimiento mutuo, hospitalidad, buena vecindad, amistad, transmisión intergeneracional y el diálogo intercultural. Este sentimiento de comunidad, de identidad común, permite a los pueblos del mediterráneo reconocer a este elemento como una parte esencial de su patrimonio cultural inmaterial compartido.

Castells. Son una manifestación festiva típica de Cataluña, con más de 200 años de antigüedad. Consiste en el levantamiento de torres humanas formadas por la superposición de diversos niveles, entre 6 y 10. Los-˜castells (castillos) son erigidos por grupos de hombres y mujeres de todas las edades, llamados collas. Los castellers lucen una vestimenta tradicional característica del campesinado catalán y cada -˜colla-™ se diferencia por el color de la camisa que visten sus miembrosEl levantamiento de cada castell va acompañado de una música característica, interpretada con un instrumento de viento llamado gralla, que va marcando el ritmo del desarrollo de la construcción.

Canto de la Sibila. Se escenifica en todas las iglesias de Mallorca la noche del 24 de diciembre. Este canto se introdujo en toda Europa en la Edad Media y llegó a Mallorca con la conquista cristiana de 1229. Lo que da valor a esta tradición milenaria es la conservación de sus valores originales. Aunque la escenificación y la música han sufrido ligeras evoluciones a lo largo del tiempo, mantiene en su esencia sus características originales de la época medieval. Otro hecho destacable es su arraigo entre la población.

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