Las iluminaciones silenciosas del pincel de Félix de Agüero

Las exposiciones de Félix de Agüero son auténticos acontecimientos para la pintura leonesa. Este joven artista ha sido capaz de crear un estilo enormemente personal y de ofrecer en sus lienzos auténticas lecciones de pintura con mayúsculas. Alguien ha dicho que todo buen pintor necesita a su lado un buen marchante, y nada más cierto. Los artistas no suelen ser buenos vendedores de lo que hacen, aunque haya honrosas excepciones, por eso necesitan a su lado una persona o una galería que les sirva de altavoz, que haga conocer al mundo su obra. Este magnífico pintor leonés lucha denodadamente por sacar sus pinturas del apretado corsé de las fronteras provinciales. Él lo intenta y ha llevado sus trabajos a Madrid, a Murcia, Santander, Valladolid, Vigo e, incluso, a algunas galerías extranjeras. Pero, con ser importante, este es un corto bagaje para un artista de la importancia de Félix de Agüero.

Hoy el pintor muestra sus obras en León, concretamente en el Centro Cultural de Caja España y Caja Duero. Quienes visiten su exposición titulada Iluminaciones y días previos , podrán perderse en el evocador silencio que emana de sus paisajes, podrán conocer esos escenarios medio reales y medio inventados, en los que, como máximo, se incluye algún animal perdido, y en los que el hombre está rigurosamente prohibido. En cada exposición Agüero cambia radicalmente los conceptos, aunque sin perder nunca sus raíces. Así sus lienzos fueron poco a poco inundándose de luz, hasta llegar a la representación de unas playas solitarias en las que los sugeridos bañistas han dejado abandonados sus enseres y han desaparecido misteriosamente. Después, poco a poco, el pintor se ha acercado a sugerentes atardeceres engrandecidos por las luces de neón. Y al final, ha llegado a la noche profunda, eso sí llena de los brillantes reflejos de las luminarias eléctricas.

Nadie puede quedar indiferente ante los geniales lienzos de Félix de Agüero. Nadie puede dejar de sorprenderse ante sus inquietantes representaciones pictóricas plagadas de mensajes ocultos. El artista explica para espectadores perdidos: «Los motivos de esta serie de nuevos Paisajes son «iluminaciones! generadas como apariciones en escenarios nocturnos donde las luces no se contraponen a esta vigilia, sino que son su resultado o continuidad, como áureos acompañantes, metáforas de esa idea que ha de ser representada pero que desaparece o se transforma al materializarse».

Viendo las pinturas de Agüero uno piensa en esas enormes promociones que las entidades leonesas hacen de los productos y la gastronomía de León y piensa que ¿por qué no puede llevarse a cabo también un trabajo de divulgación y promoción de las obras de nuestros artistas? ¿Por qué no llevar al País Vasco, a Barcelona, a Madrid, a Sevilla, a Estados Unidos o Japón, al lado de los pendones, las alubias de riñón, los puerros, la cecina y el botillo berciano, las obras de nuestros escultores, de nuestros pintores-¦? Poco más habría que gastar y el beneficio para nuestra cultura sería impagable.