Diario de León

El invento del maligno

Defensora

Publicado por
José Javier Esparza
León

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En algunas cadenas de televisión funciona una figura que se llama Defensor del Espectador. Su función es representar a los espectadores ante la dirección del canal. Se supone que, por esta vía, los mandamases televisivos sabrán qué piensan los espectadores sobre la programación y actuarán en consecuencia, es decir, tratarán de satisfacer las aspiraciones de los espectadores, incorporando con ánimo constructivo las críticas que estos formulen. TVE es una de esas cadenas con defensor propio. La persona elegida para desempeñar tan digna función es Elena Sánchez, veterana periodista que lleva 25 años en la Pública.

La noticia es que la -˜Defensora Elena-™ acaba de dar a conocer el primer Informe Trimestral sobre cumplimiento del Código de Protección de la Infancia y la Juventud. Y he aquí que su conclusión es inequívoca: todas las quejas de los espectadores son desproporcionadas o injustificadas. TVE no ha emitido ningún contenido inconveniente para los menores en su franja horaria protegida. O sea que los que se quejan, lo hacen por mala fe o por ofuscación. En un paso más allá, la Defensora se permite recordar a los padres de familia que son ellos -"y no TVE-" los que tiene que vigilar las cosas que ven sus hijos. Y bien, sí, todo eso será verdad. TVE no destaca por vulnerar el Código de Autorregulación. También es cierto que los padres de familia deben tomar conciencia. Vale. Aceptado. Pero, entonces, ¿para qué sirve un Defensor del Espectador? ¿Para proteger al beatífico canal público frente a las asechanzas de los espectadores, esa canalla cerril y reaccionaria?

Lo que un espectador espera del Defensor es que le defienda a él, o sea, al espectador, no que defienda a la cadena, que es la que tiene la sartén por el mango. Esto es como lo de esos delegados de clase que terminan convertidos en chivatos del señor director. O como lo de esos fiscales del Estado que acaban defendiendo al acusado. Para este viaje al centro de ninguna parte no hacía falta tanta alforja participativa. Dicho sea con todos los respetos para la Defensora de TVE.

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