Iñaki arroja la toalla
Tras el anunciado cierre de CNN+, el presentador ve cerca el adiós
Se va con «amargura» y con la sensación de que «una etapa ha terminado» pero también sabiéndose «un privilegiado» por haber podido dedicarse durante más de cuarenta años al oficio con el que soñaba desde pequeño. Iñaki Gabilondo (San Sebastián, 1942) dice adiós a la primera fila. La fusión entre Telecinco y Cuatro ha dejado varias víctimas y entre ellas, se encuentra CNN+ y por consiguiente, Hoy , el informativo que conduce el presentador de 68 años desde hace diez meses.
Ayer, el veterano periodista anunciaba lo que ya era un secreto a voces. «Éste no es un premio más. Va a figurar en mi vida en un rincón especial porque llega en un día que no es como los demás. Cuando termine este acto tengo que ir a mi empresa a encontrarme con mis compañeros. Los mismos que dentro de unos días van a perder el trabajo, al igual que me va a pasar a mí», explicó Gabilondo, que dijo sentirse «triste» y «apenado» por el porvenir de la gente con la que ha estado trabajando codo con codo durante los últimos meses.
Su programa ( Hoy ), un noticiario que da cabida al análisis y al debate, tiene contados los días. El 31 de diciembre CNN+ echará el cierre y con ella el futuro de muchos profesionales quedará en el aire. «Tengo la melancolía de quien cree estar acabando su vida profesional», admitió en su discurso a la vez que desveló estar experimentando «una situación amarga». El que fuera rey de las ondas de las mañanas con Hoy por hoy en la Cadena Ser recordó, en un discurso salpicado por la nostalgia, sus años de esplendor en la radio. «Se han ido cumpliendo todos mis sueños. Es más -añadió- se han cumplido muy por encima de lo que yo nunca me hubiese atrevido a soñar». Tras 19 años transmitiendo sus impresiones a través de las ondas, el locutor sorprendía en 2005 con su decisión de integrarse en Cuatro y pasar a conducir el informativo nocturno. Su objetivo, crear un noticiario de autor, pareció seducir en principio a sus fieles. Sus primeros programas registraron notables cuotas de audiencia (15%) pero pasados los meses, y conocida ya la fórmula, el programa se desinfló marcando dígitos bajos (6%). La estrategia resultó muy arriesgada. Lo reconoció él mismo en febrero cuando anunció su salida de Cuatro.