El leonés Carlos Álvarez opta a la mejor película documental

El realizador leonés Carlos Álvarez ha encontrado recompensa a los cuatro años de trabajo que le dedicó a la preparación del documental Ciudadano Negrín, un trabajo que codirige junto a Imanol Uribe y Sigfrid Monleón, donde recuperan el lado más humano y menos conocido de Juan Negrín. La película opta al premio a la mejor película documental junto a Bicicleta, cuchara manzana, de Carles Bosch sobre la lucha de Pascual Maragall contra el alzheimer; Cuánto pesa su edificio, Mr. Foster, de Carlos Carcas; y Tito López Amado sobre el prestigioso arquitecto; y María y yo, de Félix Fernández de Castro, que adapta el cómic homónimo de Miguel Gallardo sobre su relación con su hija autista.

El leonés Carlos Álvarez, que actualmente reside en Canarias, ha trabajado durante los últimos cuatro años para recuperar la figura de Juan Negrín, «un personaje poderoso y muy rico», como lo ha calificado, que fue presidente del Gobierno durante la II República entre 1937 y 1945, y que durante décadas ha sido vilipendiado por vencedores y vencidos de la Guerra Civil. Junto a Sigfrid Monleón e Imanol Uribe, Álvarez (candidato al Goya en 1999 por el guión de Mararía) se involucró en el rodaje de Ciudadano Negrín.