Toros

Usted ya sabe que las cosas del toro se han convertido en materia prohibida en nuestra televisión. La atención que se presta en nuestra pantalla al mundo taurino es escasísimo por no decir nulo, sin otra excepción que los encierros de San Fermín. Y no sólo eso, sino que, además, TVE se ha permitido formular oficialmente un veto moral contra la tauromaquia. ¿Cabe más hostilidad? Sí, por supuesto. Cabe, por ejemplo, no limitarse a sepultar a los toros bajo un manto de silencio, sino, además, amplificar la voz de los antitaurinos. Eso es lo que ha hecho TVE la semana pasada, para infinita irritación de los aficionados a los toros. Reconstruyamos la escena. México. Monumental plaza de La México. En las gradas, 42.000 personas. En la arena, dos diestros españoles. Fuera de la plaza, doscientos activistas antitaurinos protagonizan una de sus coloristas protestas con poca ropa y abundante sangre de tomate. Noticia de TVE: la protesta antitaurina de esos doscientos manifestantes. Ni una palabra sobre los 42.000 que estaban dentro. Tampoco, faltaría más, sobre los dos toreros españoles. Para nuestra televisión pública, la información relevante era la protesta minoritaria, no el aplauso mayoritario. Esto, en España, en México y en todas partes, se llama manipulación. Si uno muestra una parte de la realidad (la que le gusta) y oculta otra parte (la que le molesta), está manipulando la realidad y falseándola. Vamos a ver: aquí la cuestión no es que uno esté a favor o en contra de los toros, que cada cual es muy libre de una cosa u otra, sino de estar a favor o en contra del periodismo. No es aceptable que nuestra primera cadena pública, llevada de su celo ideológico antitaurino, distorsione la realidad hasta hacerla irreconocible. Por cierto: los taurinos denuncian que lo mismo hizo Antena 3, que no es una cadena pública, cierto, pero que debería tener la misma obligación de respetar los hechos. Y una última nota: se duelen los taurinos de no tener un gabinete de comunicación capaz de deshacer estos entuertos. También es verdad. Pero ese es su problema.