Diario de León

Nombres ilustres, bustos infames

Las estatuas y monolitos que recuerdan a algunos prohombres de la ciudad presentan un estado lamentable

Busto dedicado a Claudio Sánchez Albornoz, que investigó muchos aspectos del Reino de León.

Busto dedicado a Claudio Sánchez Albornoz, que investigó muchos aspectos del Reino de León.

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e. gancedo | león
León

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Un Sánchez Albornoz desaseado y con varias de sus letras desprendidas, un Juan del Enzina objeto de bromas estudiantiles, un Fray Bernardino de Sahagún oscurecido y ya sin leyenda que informe sobre su persona, un oxidado Ángel Barja... los bustos y efigies que recuerdan a algunos ilustres personajes nacidos en esta tierra, vinculados a ella o a los que sencillamente un día se les quiso rendir homenaje, presentan un estado deplorable a causa, como expresan desde el Ayuntamiento, de los «recortes presupuestarios» que impidieron que saliera adelante un plan específico para restaurar estatuas, bustos, efigies y otros pequeños elementos decorativos ubicados en fuentes, jardines y plazas.

Unas situaciones que bien podrían solventarse con el saneamiento y la reintegración de algunos elementos perdidos o muy deteriorados, en todo caso, un dispendio no excesivo si se compara, por ejemplo, con la compra e instalación del conjunto escultórico de las Moscas , el Eolo y el Unicornio , de Eduardo Arroyo, en el entorno de Puerta Castillo, que le supuso al gobierno autonómico el desembolso de un millón de euros. La comparación no es baldía si se piensa que el busto dedicado a Sánchez Albornoz costó en su día la nada despreciable para la época cantidad de un millón de pesetas, según informaba este periódico en mayo de 1984.

Además, dejando a un lado las esculturas de gran tamaño -poco abundantes en la ciudad-, caso de Guzmán el Bueno, que también necesitaría un lavado de cara, llama la atención lo ocultos que están algunos bustos y monolitos a la vista del público, caso de la efigie del musicólogo Felipe Magdaleno en un rincón del Jardín del Cid (espacio en el que se agolpan hasta tres pequeñas esculturas sin demasiado criterio); el Bernardino de Sahagún, en el patio o rinconada del Instituto Leonés de Cultura, propiedad de la Diputación; o el propio Sánchez Albornoz.

La concejala de Cultura y Patrimonio, Evelia Fernández, reconoció el mal estado de este equipamiento: «Disponíamos de un plan para ir poco a poco restaurando obras en coordinación con la Concejalía de Jardines; comenzamos con la fuente de San Isidoro y sus máscaras, rehabilitándolas por completo, e íbamos a continuar con el Neptuno, pero los recortes nos lo impidieron», explica, añadiendo que continuarán con el plan «en cuanto sea posible».

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