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Miguel Ángel Ambrosio | escritor y periodista

«Los lectores creían que Cuénabres era una invención mía»

Un asesinato a cuchillo en el monte. Un furtivo y un guarda que se odian a muerte. La sombra de un embalse. Es 'Cartucho', novela ambientada en plena montaña de Riaño: «La personalidad íntegra y dur

El autor ha trabajado para varias cadenas de televisión.

Publicado por
e. gancedo | león
León

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Bilbaíno de nacimiento, aunque montañés de León por parte de madre, el escritor y periodista Miguel Ángel Ambrosio acaba de presentar en la capital vizcaína Cartucho , novela que gira en torno a la caza furtiva en la comarca de Riaño y por la que se pasean desde un Caudillo «que no era precisamente un gran cazador», como recuerda el autor, hasta protagonistas, a favor y en contra, del polémico embalse de Riaño. Ambrosio ha sido redactor de informativos en cadenas de televisión nacionales, ha trabajado en programas como España Directo , de TVE, y fue guionista del famoso Vaya semanita en ETB.

-¿Cómo es que conoce tan bien los entresijos de la caza en general, y más en concreto, los de la montaña leonesa? ¿Cuál es su relación con estas tierras?

-La razón principal es que mi familia, en concreto mi madre, es de Cuénabres, un pequeño pueblo de la montaña leonesa. Y allí, desde niño, escuché historias de ganaderos, agricultores y cazadores que siempre me han parecido apasionantes. Luego, antes de iniciar la novela, me documenté todo lo que pude sobre tipos de armas, modos de caza, etc., para que tuviera el mayor realismo posible.

-¿Hubo algún hecho o anécdota, en concreto, que le motivó a escribir la novela? ¿Cuál fue la génesis de la obra?

-Desde muy joven me planteé escribir una historia ambientada en la montaña leonesa. Al principio pensé escribir alguna historia de corte fantástico. Pero, con el paso de los años, ves que la personalidad dura, íntegra y obstinada del leonés, junto con actividades como la cacería y la agricultura, son ingredientes más que suficientes para crear un relato. Si a eso le unimos una trama de novela negra, con un asesinato nada más empezar la narración, dos protagonistas que se odian y rifles en mitad de la montaña, lo tenía todo para crear Cartucho . Así nació la novela.

-¿Cómo ha sido recibido el libro en su ciudad, Bilbao?

-De momento muy bien. Desde la presentación la acogida está siendo muy positiva. Y la reacción principal de algunos lectores ha sido de placer por conocer un modo de vida y unos parajes desconocidos para la mayoría de bilbaínos. Bastante gente me ha preguntado si de verdad existen esas montañas tan vírgenes, esos pueblos pequeños con tanta personalidad como Cuénabres, Casasuertes o Retuerto, o si me los había inventado. Está claro que no me los he inventado, pues los conozco bien desde niño. Y espero que más de un lector, cuando acabe la novela, se lance a conocer sus parajes.

-¿Por qué el odio entre ese ganadero y cazador furtivo y el guardia forestal? ¿Son dos maneras distintas de entender el monte?

-El odio entre ellos no es sólo por su profesión. Se debe a un pasado común en el que compartían una relación como de hermanos hasta que unos hechos que cuento en la novela les separan para siempre. Claro, además los dos están en puntos antagónicos en cuanto al tema de la caza. Pero, para mí, son iguales en un sentimiento. Ambos aman la montaña que pisan. Aunque cada uno a su manera.

-¿Cómo aborda temas tan espinosos como las cacerías de Franco en la zona o la polémica construcción del embalse de Riaño? ¿Se unen anécdotas o hechos reales de esos momentos concretos, con la ficción, en su novela?

Son dos hechos históricos que están marcados en la memoria de todos los vecinos de la montaña. Sobre todo los trágicos sucesos del embalse de Riaño, que siguen siendo el mayor golpe que ha sufrido jamás esa comarca. Y yo quería que estuvieran presentes en Cartucho porque son necesarios para comprender la psicología de los protagonistas. Los he abordado desde un punto de vista realista, porque lo que cuento sucedió, pero con la carga dramática que supone verlos desde la perspectiva de los vecinos afectados. Como anécdota, me ha hecho ilusión que las personas mayores de la zona que han leído Cartucho dicen que la trama con Franco como cazador es fiel reflejo de sus cacerías en los años cincuenta y sesenta. Lo que no le deja precisamente como un fantástico cazador.