«Dimos la noticia que todos querían dar», se defiende Ana Rosa
Se siente Ana Rosa Quintana «satisfecha» de «colaborar con la justicia» y la envidia de toda la profesión: «El viernes dimos la noticia que todo periodista hubiera querido dar». Se refiere a la confesión que arrancaron en directo a Isabel García, la mujer de Santiago del Valle: «Mi marido se cargó a Mariluz». Insiste la periodista de Telecinco en que «fue una sorpresa» y que Isabel «decidió libre y voluntariamente contar una verdad que había estado callando tres años». Mientras en Telecinco se dan palmaditas en la espalda por la exclusiva, televidentes y jueces arremeten contra la política del todo vale, alertan de la «banalizando en los platós de cuestiones judiciales de tremenda importancia» y lamentan el «circo mediático» que se ha montado en torno a este juicio. «Se está buscando la máxima audiencia a través del morbo a costa de atentar contra la dignidad de las personas. La justicia tiene que seguir su curso y el periodismo tiene que ponerse al servicio de la verdad pero siempre y cuando no se haga espectáculo con fines lucrativos de un hecho tan trágico», recuerdan desde iCmedia, la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de los Medios. En la misma línea, la judicatura denuncia este «mercadeo intolerable con el dolor de las víctimas». Y también da respuesta a lo que obvian las tertulias televisivas: «Esa declaración no tiene ningún valor para el juicio. No ha valido para nada, porque las únicas declaraciones que valora el tribunal son las que se obtienen en el proceso judicial. Esto no va a afectar», repite José Luis Ramírez, portavoz de Jueces para la Democracia, quien advierte del peligro que representan los «juicios paralelos». No lo ven así en Telecinco. «Estamos muy satisfechos y orgullosos», arrancaba ayer el programa Ana Rosa, y se ofrecía a «seguir colaborando con la justicia». Lo que tendrán que hacer es responder a algunas cuestiones porque existe una investigación en marcha a la cadena: «Habrá que ver si esta testigo declaró libremente, si ha sido pagada, si se han aprovechado de una posible discapacidad psíquica...», explica José Luis Ramírez.