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Dos décadas dando la nota

El Coro Ángel Barja celebra su vigésimo aniversario con un amplio calendario de conciertos y algún estreno

Foto de los integrantes del coro leonés Ángel Barja, que este año celebran su vigésimo aniversario

León

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Decenas de conciertos, más de 400 voces y un repertorio inagotable es el resumen en números de las dos décadas de existencia del coro leonés Ángel Barja. El 7 de mayo, cuando se cumplen 20 años de esta formación coral, intentarán reunir a todos los que han pasado por sus filas en un concierto que tendrá lugar en la iglesia de San Marcelo. También esperan contar con el primer director, José Ángel Sarmiento, que lleva años sin coger una batuta. Hasta entonces, el coro que dirige Aitor Olivares tiene otros seis conciertos programados. El primero, el viernes, en el Auditorio Ciudad de León, donde ofrecerán un recital, acompañados por la Banda y la Orquesta de las Juventudes Musicales. Ataviados con el traje regional de León, el viernes pondrán en el atril un programa exclusivamente del folclore popular leonés, cántabro y vasco. Tocarán tres obras en homenaje al músico que da nombre al coro, Ángel Barja, así como una pieza de «estreno», que encargaron al joven compositor guipuzcoano Josu Elberdin, titulada Filandón, que «mezcla» en cinco minutos tres cantos típicos leoneses y explica la tradición de estas veladas en las que se narraban cuentos al calor de la lumbre. Actualmente, el coro que dirige Olivares está integrado por 40 voces. Jóvenes estudiantes de 15 a 33 años, la mayoría sin conocimientos de solfeo, que ensayan dos días a la semana -jueves y sábados-, durante dos horas. Del coro han salido grandes voces y músicos que ahora pertenecen a coros profesionales, imparten clases en conservatorios o son conocidos solitas, como el bajo Ismael Arróniz, afincado en Basilea.

Dirigir un coro de jóvenes aficionados, que «vienen y se van» tiene su complicación. En los últimos tres años, sin embargo, Olivares ha conseguido un conjunto estable, con apenas seis o siete bajas por curso. Los alumnos de Erasmus son también una excelente cantera. «La mayoría saben leer música», dice Olivares, quien reconoce que estos estudiantes extranjeros «aportan mucho y enriquecen el coro».

El repertorio que manejan es amplísimo, del Renacimiento a la época actual. Este año están centrados en el Romanticismo, con obras de Mendelssohn, Bramhs o Beethoven. Pero en los últimos años, Olivares ha puesto especial empeño en abarcar también los nuevos compositores y encargarles obras. También han sido uno de los contados coros que han actuado en el Festival de Órgano, lo que les permitió rescatar obras del repertorio musical de la Catedral que no se interpretaban desde el siglo XVIII. Ofrecen una media de 18 conciertos al año y 'subsisten' con un presupuesto que no llega a los 8.000 euros -incluidos desplazamientos-. «Con poco se puede hacer mucho», asegura Olivares.