El simposio del Antifonario revelará cómo se cantaba la liturgia mozárabe
Fernández de la Cuesta destaca que el códice de León es un hito de la música universal
Organizado por el Centro Nacional de Difusión Musical del Inaem, comienza hoy en León el simposio internacional El Antifonario de León , el canto mozárabe y su entorno litúrgico musical. Este encuentro científico, al que acudirán los mayores expertos norteamericanos y europeos, está coproducido por el Ayuntamiento de León, el Cabildo de la Catedral y la Sociedad Española de Musicología. El objeto del congreso es iniciar un retorno a los tiempos en los que se inició y consolidó el proceso creativo de los repertorios de los cantos litúrgicos cristianos. Así, Ismael Fernández de la Cuesta -”director del simposio-”destaca que León aparece en el canon británico como uno de los cuatro hitos de la musicología en la historia universal, junto a Falla, por ejemplo. «El origen de la tecnología musical occidental está en el canto litúrgico latino», explica, precisando que el canto mozárabe es uno de ellos. «Puede que este congreso suponga un aldabonazo para que los jóvenes se interesen y comiencen a investigar este campo del humanismo», destaca. El simposio -”que se celebra hasta el 26 de marzo-” propone actualizar, dar a conocer e impulsar las investigaciones sobre el Antifonario mozárabe y su entorno musical, artístico y literario a través de la realización de una serie de ponencias en las que se discutirán las ponencias aceptadas por un comité científico nombrado al efecto. Entre los ponentes, hay nombres de la magnitud de Kenneth Levy, de la universidad de Princeton, Susan Boynton, de la universidad de Columbia, en Nueva York, Susana Zapke (Kommission für Musikforschung. Zentrum Kulturforschungen. Osterreichische Akademie der Wissenchaften, en Viena), o Michel Huglo, de La Sorbona.
Ismael Fernández de la Cuesta subraya que fue el abad Ikilano mandó escribir el Antifonario que hoy custodia la Catedral de León y es el único que recoge el proceso ornamental del repertorio musical hispánico. «Es la manifestación más antigua y completa de la liturgia mozárabe cantada», destaca, y añade que esta es una de las razones por la que los expertos defienden que se trata de la manifestación más antigua y completa de esta liturgia, la joya de los antifonarios latinos. Fernández de la Cuesta, que entre otros cargos ha desempeñado el de presidente de la Sociedad Española de Musicología, precisa además que puede decirse que es el que tiene la estructura más sofisticada y completa.
El problema es la dificultad que entraña descifrarlo, con lo que a día de hoy continúa siendo un misterio. Y es que hay que recordar que en 1081 el rey Alfonso VI -˜destierra-™ el rito hispano para implantar el sistema litúrgico francés, con lo que el mozárabe es sustituido por el gregoriano. La antigua liturgia queda como un residuo en algunas parroquias de Toledo, reticentes a adoptar la nueva. Por ello, el Cardenal Cisneros creó, en 1495, la Capilla Mozárabe para que se conservase la antigua liturgia y encomendó al canónigo Alonso Ortiz la tarea de la recopilación. A partir de los antiguos códices mozárabes, se reconstruyeron de manera aproximada los textos litúrgicos que culminarían en la impresión de un nuevo misal y de un breviario. Sin embargo, lo mismo no pudo ser hecho con el canto (canto mozárabe), ya que se encontraba en una notación neumática in campo aperto que hace casi imposible su transcripción. Por tanto, las melodías restauradas por el cardenal Cisneros provienen de los cantos conservados por vía oral, posiblemente con grandes modificaciones respecto de los originales, y otras, probablemente, fueron compuestas de nuevo o adaptadas de cantos ya existentes. Muchas de estas melodías siguen el estilo existente a finales del siglo XV y, cuando se las compara con las que se infiere de los neumas de los códices conservados del siglo XI, resultan ser diferentes.
Fernández de la Cuesta recuerda que durante el siglo XX se estudió pero no se consiguió descifrar. «Puede que con este simposio se pongan en común los trabajos de distintos especialistas y éstos consigan desvelar algunas de las pautas que nos ayuden a descubrir cómo era el canto mozárabe».