El invento del maligno
Twitter 5
Ciento cuarenta caracteres para contarlo todo. Unas pocas palabras para compartir un flujo continuo de contenidos, comentarios y enlaces en tiempo real. Twitter llevó hace cinco años la cifra mágica del SMS a la web para que muchos leyeran los mismos mensajes y se creara una nueva forma de comunicar. La red de microblogging es ya fundamental para los medios y el periodismo, la política, los espectáculos, los famosos o el marketing. Las revueltas árabes no serían iguales sin redes sociales. Ayudaron a crear un nuevo espacio público, crítico, donde hablar y relacionarse más allá de las prohibiciones. Han suscitado un seguimiento en todo el mundo que desde las protestas en Irán o la campaña de Obama han marcado la agenda de los medios antes de alcanzar los titulares y los telediarios.
Llegan las próximas elecciones. Partidos y candidatos se asoman a Twitter para convertirse en eje de continuidad y dinamización de campaña. Los tuiteros son solo aproximadamente un 14% de los internautas en España y 200 millones en todo el mundo, pero su información, comentarios, recomendaciones y críticas lideran la conversación digital. Ha servido para discutir y oponerse a la Ley Sinde para convertirse luego en #nolesvotes, un movimiento de protesta ciudadana. Con #preguntaalgobierno los tuiteros consiguieron sentar al ministro Jáuregui con los promotores de la ley de acceso a la información pública. El presidente del Gobierno ya informa de algunas actividades a través de @DesdeLaMoncloa , convertido en fuente imprescindible para los periodistas, como los de muchas instituciones y empresas. Informar es estar y participar en Twitter. Un medio en construcción que es mucho más para medios y periodistas que los clics conseguidos con los enlaces. Imprescindible como fuente y decisivo en el ritmo de muchas noticias. Twitter ha construido una nueva gramática donde los símbolos y abreviaturas como #,