El museo de la Siderurgia albergará una lápida tribal de los vadinienses
El Museo de León cede la estela, que fue encontrada en la población leonesa de Aleje
Imagen de una lápida vadiniense del Museo de León.
Una lápida funeraria de la tribu prerromana de los vadinienses, fechada en el siglo III y que incluye el epitafio de Balaeso Frontón, pasará a formar parte a partir del próximo martes de la exposición permanente del Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León con sede en Sabero.
Cedida temporalmente por el Museo de León a este espacio expositivo situado en Sabero, la lápida fue encontrada en la población leonesa de Alejes y pertenece a la «misteriosa» y prácticamente desconocida tribu vadiniense, uno de los ocho pueblos cántabros, ejemplo de «romanización tardía» y que en la provincia de León, en concreto, se asentó al sur de la Cordillera Cantábrica. La lápida de Balaeso Frontón incluye una nominación mixta indígena y latina, algo característico de estas lápidas, que combinaban el latín heredado de los colonizadores romanos con motivos indígenas, han explicado el director del Museo de León, Luis Grau, en un texto trasladado a Efe por el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León.
De este modo, símbolos autóctonos como el caballo asturcón -”caballo de pequeño tamaño de origen asturiano-” con otros romanos, como el ciprés funerario o la hoja de hiedra. Estos moradores dejaron textos, muy «estereotipados» y «uniformes» alusivos al difunto, que solía tener una edad de entre 20 y 35 años. A diferencia que en los epitafios romanos coetáneos, que dejan ver el control administrativo de los nacimientos de los habitantes del Imperio, en las lápidas vadinienses la edad se detalla en cifras redondas ante el desconocimiento de la fecha exacta de nacimiento.
Todos estos vestigios funerarios, como es el caso del de Balaeso Frontón, suelen fecharse a partir del siglo III, cuando la romanización afectó al territorio cántabro de la antigua Vadinia, han trasladado. El descubrimiento de estas piezas ha aportado también información sobre el culto a los dioses Manes, que en la mitología romana eran los dioses domésticos de los muertos.