El invento del maligno
Ubrique
Hace quince años, la gente conocía a la muy digna localidad de Ubrique por la belleza de sus casas blancas y por la calidad de sus trabajos de piel. Los más eruditos sabían, además, que ahí hubo una importante ciudad romana, y que fue plaza destacada del reino moro de Granada, y que vino a ser tomada por Rodrigo Ponce de León, figura crucial en los años finales de la Reconquista. Pero de un tiempo a esta parte, y por culpa de la televisión, a Ubrique se la conoce sólo por una cosa: ser la cuna y nido del clan Janeiro. Primero, como lugar natal del torero Jesulín; después, como escenario de las mil sórdidas historias que cada semana saltan a la pantalla de Telecinco entre aventuras de cama y chequera, y todo ello envuelto en una atmósfera deliberadamente despectiva, como si el honrado pueblo de Ubrique fuera una especie de mapa universal de la catetez. El penúltimo episodio ha sido ese de la señorita denominada 'Paqui la de las coles', supuesta amante ocasional de un hermano del torero. Tan lamentable es la imagen de Ubrique que se da en Telecinco, que las autoridades del pueblo han puesto pies en pared y han decidido pasar a la ofensiva. El Ayuntamiento de la localidad ha aprobado una declaración institucional apoyada por andalucistas, populares y socialistas, donde se reivindica el honor del pueblo, su historia, su rostro verdadero y también la calidad de sus gentes, frente a la deformación que ofrece Telecinco: «Denunciamos que la presencia de vecinos y vecinas del municipio en determinados programas televisivos, donde solo se representan a sí mismos y a su manera particular de entender las cosas, deriven en afirmaciones generales sobre el municipio pues se ofrece una imagen irreal, falsa y distorsionada de la sociedad ubriqueña», dice la declaración. Más aún: vía Facebook -como no podía ser de otro modo- los ubriqueños han convocado una manifestación el próximo 30 de abril contra Telecinco y sus manipulaciones. O sea, otra vez Fuenteovejuna: el pueblo unido contra el poder abusador. Como debe ser. Me sumo a la moción. Que cunda el ejemplo.