Sierra i Fabra cierra la trilogía del inspector Mascarell con un libro de maquis

El prolífico autor Jordi Sierra i Fabra concluye con la novela Cinco días de octubre la trilogía protagonizada por el inspector Miquel Mascarell, el último policía de la Barcelona republicana, con una acción que transcurre en el año 1948 y una trama que tiene que ver con el maquis. En una entrevista con Efe, el autor barcelonés señala que en esta ocasión ha querido que su personaje, que ya protagonizó las obras Cuatro días de enero y Siete días de julio , superara unas adversas circunstancias vitales y, finalmente, «aceptara la vida y todo lo que le está pasando». Además, con el asesoramiento de su amigo Francisco González Ledesma, ha querido rendir «un cierto homenaje a los últimos maquis, que románticamente luchaban en contra de la dictadura de Franco». Sin embargo, el argumento va más allá, puesto que en la historia aparecen unos diamantes y un cadáver enterrado al pie del parque del Tibidabo, en Barcelona. Con estos ingredientes, y desde Colombia, el escritor empezó a construir su nueva novela en la que «es muy importante tener, previamente, un guión con todas las situaciones atadas. Cada pista te debe llevar a otra pista». Además, en esta ocasión tuvo especial cuidado en revestir a Mascarell, de 64 años, con una fuerte carga emocional, con unas circunstancias que tienen que ver con su hijo fallecido. En la Barcelona de 1948, y tras abandonar el Valle de los Caídos indultado por el régimen de Franco, Mascarell empieza una nueva vida al lado de Patro, una mujer mucho más joven y a la que le ha salvado dos veces la vida.