Entrevista | ricardo magaz | criminólogo y escritor
«La delincuencia y el terrorismo también se han globalizado»
«Lo primero que suele entrar en crisis son los valores», dice Ricardo Magaz, profesor de Fenomenología Criminal en la Uned, sobre la situación actual y a propósito del libro 'La investigación
La Feria del Libro afronta hoy las pulsiones y recovecos más oscuros de la sociedad con la presentación, a las 17.00, del libro La investigación criminal y sus consecuencias jurídicas (ediciones Dykinson) a cargo de uno de sus autores, Ricardo Magaz, escritor y profesor de Fenomenología Criminal en la Uned. La obra, de más de mil páginas, aborda temas como las nuevas formas de delincuencia, el narcotráfico, el blanqueo de capitales, la actividad terrorista, el sistema de seguridad español o el régimen penitenciario desde la perspectiva de la incidencia jurídica y coercitiva que toda investigación criminal conlleva.
-¿Estamos ante un libro eminentemente técnico sobre este tipo de materias? ¿A quiénes va dirigido?
-En primer lugar, como es natural, puede atraer a miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado, a profesionales del mundo de la judicatura, a estudiantes de estos ámbitos... pero también a cualquier ciudadano interesado en las diferentes fases de una investigación criminal y en sus consecuencias jurídicas.
-¿Han cambiado o están cambiado en el mundo muchos aspectos en lo que respecta a la persecución del crimen?
-Sin duda alguna. Y lo que más ha cambiado, el problema más acuciante está ahora mismo en el crimen organizado, que ya es transnacional. Una vez que superemos el asunto del terrorismo, a lo que van a tener que enfrentarse las sociedades actuales de forma más apremiante será al crimen organizado, tal y como ha reconocido la ONU. Y esto es así porque ataca el concepto mismo de seguridad, va más allá de la idea de seguridad que tenemos en la cabeza.
-¿De qué tipo de delitos estamos hablando?
-Secuestros, corrupción, los ciberdelitos y la piratería, el lavado de dinero, la delincuencia política y de guante blanco, la extorsión. Los tráficos clásicos, esto es, drogas, vehículos y trata de blancas. Los materiales de doble uso (que pueden tener usos no delictivos, o sí, empleados de determinada forma), los explosivos caseros-¦ La delincuencia ha entrado de lleno en la globalización, estamos ante la mundializacion del delito. Ha trascendido cualquier tipo de fronteras a causa de la tecnología de la que se dispone.
-El mundo está obsesionado con la seguridad, que también es un gran negocio...
-Sin duda alguna. En nuestro país, sin ir más lejos, el colectivo de fuerzas de seguridad más grande ya no es estatal, sino privado, de las empresas privadas de seguridad. Antes, la palabra clave que elegían los cuerpos castrenses, del ejército, era `defensa´, y los policiales, `seguridad´, pero esto ya se ha fundido y todos hablan de la segunda. Resulta paradójico que muchos escoltas de personas, incluso cargos públicos, que trabajan en el País Vasco, sean privados, pues el Estado no puede ya hacerse cargo de todo. Es un negocio colosal porque todo el mundo necesita seguridad.
-¿Cómo incide en su trabajo la popularidad de varias series televisivas y sagas literarias?
-No hay semana en la que alguien no me diga que quiere hacer Criminología, y no por vocación, sino porque le gusta lo que ven en la tele. Bueno, está muy bien, pero eso es Criminalística, es lo que en España hace la Policía Científica; es como el Periodismo, establecer quién, cómo, cuándo, dónde y por qué. Criminología, por contra, es la ciencia que estudia el comportamiento criminal. Y por cierto que me he alegrado de que la Universidad de León la haya pedido, entre otras, aunque tendríamos que competir con Salamanca y Santiago. Luego está el hecho de las salidas... el 90% de mis alumnos ya ejerce una profesión relacionada con este tema (policías, abogados, juristas).
-Ante casos recientes, como el de Marta Villayandre, ¿cree que la crisis afecta, hace que la delincuencia aumente?
-Afecta, que duda cabe. De hecho, lo primero que entra en crisis son los valores, y más si pensamos que, en realidad, matar es fácil y barato. El hecho de que esta mujer realizara su trabajo, del todo legítimo, de puerta en puerta, influyó para que el grupo la eligiera y le preparara una encerrona.