'Los Quién'

El invento del maligno José Javier Esparza

Si María Pujalte hubiera participado en algún `reality´, la otra noche la habríamos visto en tres cadenas a la vez: en El reencuentro de Telecinco, en Los misterios de Laura de TVE-1 y en Los Quién de Antena 3. Como no ha estado en un `reality´, sólo la vimos en dos canales simultáneamente, lo cual tampoco deja de tener mérito. La cosa es que Antena 3 estrenaba este lunes esa comedia, Los Quién , con María Pujalte como protagonista junto a Javier Cámara, y así la cadena hacía que la actriz compitiera consigo misma. ¿Resultado? Muy bueno. Últimamente a Antena 3 le sale casi todo bien, y este estreno arrojó un balance de 3,3 millones de espectadores (cuota del 16%), liderando el `prime time´ y dejando atrás a sus rivales.

El producto en sí, Los Quién , obra de Producciones Aparte, es una comedia española en el sentido pleno y literal de la fórmula, con todos los tics, todos los hallazgos, todos los tópicos, todas las virtudes y todos los defectos del género. Es exactamente el tipo de producto que viene funcionando aquí desde hace quince años, y parece que los creadores de la historia se han dedicado a estudiar los antecedentes para fabricar el producto idóneo. Lo último que Antena 3 intentó en materia de comedia española fue La familia Mata , una calamidad sin paliativos; esto nuevo, Los Quién , es sensiblemente superior en planteamiento, confección e interpretaciones.

Otra cosa es que usted vaya a encontrar aquí satisfacción si lo que busca es una historia con algo de chicha. Los Quién utiliza un argumento central que es la primera pareja divorciada de España, en 1981: a partir de ahí va enhebrando situaciones y personajes para recrear una atmósfera de vodevil con un poco de sal canalla, otro poco de pimienta costumbrista y un toque de descripción sociológica que no llega a ser presuntuosa.

El resultado es un relato que entretiene, que arranca alguna sonrisa, que se deja ver sin más sobresaltos que los medidos por el guión y que, al final, te deja exactamente igual que estabas antes, porque no aspira a nada más. Banal. Usted verá.