El delegado de la Junta se opone a que Valladolid decida sobre Puente Castro
La Comisión Territorial de Patrimonio se lía sobre sus competencias y no decide nada sobre los restos romanos
Valladolid decidirá, como ya hizo con los restos de Lancia, si se conservan los vestigios de la ciudad romana ( vicus ) aparecidos en Puente Castro o si, como pretende el Ayuntamiento de León, se sigue adelante con la construcción de un vial que atraviesa el yacimiento arqueológico y uniría este barrio con el polígono de La Lastra.
La Comisión Territorial de Patrimonio vivió ayer un encendido debate, no sobre la salvación de las construcciones romanas -más valiosas de lo que se creía inicialmente-, sino sobre si la propia comisión era o no competente para pronunciarse sobre el asunto.
El jefe del Servicio de Cultura, Jesús Courel, defendió que el estudio de detalle de este enclave, al estar relacionado con el planeamiento urbanístico de una ciudad de más de 20.000 habitantes, debía resolverlo la `comisión regional´, como establece el Reglamento de Protección del Patrimonio de Castilla y León (artículo 7.2).
Por el contrario, el delegado de la Junta, Eduardo Fernández, que es además presidente de la Comisión Territorial de Patrimonio, sostuvo la tesis contraria. Fernández no quería que el caso de Puente Castro lo tenga que solucionar Valladolid. Para el delegado, la `comisión provincial´ está perfectamente capacitada para decidir si salva el vicus. La explicación resulta lógica: se trata de dilucidar únicamente sobre un vial (que atravesará el yacimiento) y no sobre el desarrollo de todo un sector urbanístico. El conflicto acabó en un lío monumental cuando el delegado votó en contra de remitir el informe a Valladolid. Kafkiano. El voto a favor habría enviado el informe de Puente Castro a Valladolid directamente, pero lo gracioso es que, el voto en contra, también, puesto que las decisiones de la Comisión Territorial de Patrimonio deben adoptarse por unanimidad. Así que su veto acabó consiguiendo lo que postulaba inicialmente Courel, es decir, que el asunto lo dilucide el mismo comité que acordó `indultar´ Lancia. Con una gran diferencia: a priori, no acordarán si salvan también los restos de Puente Castro. Estos expertos determinarán quién es competente en el caso, si León o Valladolid. Así, el asunto podría ser devuelto a la comisión que preside Fernández. Una auténtica pérdida de tiempo.
El delegado de la Junta ya ha enviado por escrito a Valladolid las razones de su voto en contra. Alega Fernández que si bien el Ayuntamiento había remitido a Patrimonio en el 2007 el estudio de detalle porque iba a desarrollar íntegramente este sector, el propio Ayuntamiento pidió este año la autorización únicamente para el vial que unirá el polígono de La Lastra con la avenida de San Froilán, en Puente Castro.
Una nota falsa... Por si el asunto no fuera enrevesado, la Delegación Territorial de León envió ayer a los medios de comunicación una nota que no recogía fielmente los asuntos abordados en la Comisión Territorial de Patrimonio y que, por teléfono, Eduardo Fernández desautorizó. La nota alude a un debate, que no se produjo, sobre la importancia de los restos. «Si habíamos decidido que no éramos competentes en el tema, no tenía sentido que entrásemos a discutirlo», aclaró Fernández.
Por el contrario, la nota asegura que en el amplio debate que suscitaron los restos de Puente Castro, «se recordó el informe arqueológico remitido en su día por el Ayuntamiento de León, en el que se ponía de relieve que el impacto de las obras de ejecución de este proyecto sería grave o severo, es decir, que supondrá una afección física total sobre una entidad a la que se atribuye un muy alto valor patrimonial, por cuanto lo descubierto tendría una importancia científica especialmente relevante».
Añade la nota desacreditada por el delegado que «en el mismo informe municipal, el director de la excavación también consideraba que los restos hallados, aún cuando presentan unas características e importancia de muy alto valor patrimonial y científico, no podían entorpecer la construcción de esta nueva infraestructura, opinión que no es compartida por la Comisión de Patrimonio que estima que las obras de construcción van a suponer la destrucción total de los restos arqueológicos y que por ello mismo no deben ser aprobadas ya aquellos deben ser conservados por su indudable valor patrimonial y científico».
Los hallazgos. Las campañas de excavaciones en Puente Castro, desde el 2001, han ido descubriendo los restos de una ciudad romana que habría llegado a tener alrededor de 5.000 habitantes. Aparte de la grandiosidad de algunas construcciones, el enclave adquiere mayor importancia por el hecho de que se trata del único vicus vinculado a un campamento militar romano aparecido en España. Esta ciudad se llamaba en el siglo I Ad Legionem Septima Gemina. Sería aquí donde residirían las familias de los legionarios. Las prospecciones permitieron sacar a la luz una decena de construcciones de grandes dimensiones y algunas calles de esta villa, que ocuparía más de siete hectáreas.