Viriato vuelve a coger la espada

Hispania vuelve mañana martes a las pantallas, y con ella el malvado general Galba, villano indiscutible de la popular serie de Antena 3, del que el actor Lluís Homar, que lo interpreta, se declara fan incondicional, «agradecido» por encarnar a alguien que posee «la innegable atracción de los malos».

El regreso de este personaje, al que se dio por muerto en el último capítulo de la primera temporada, y la rivalidad que mantendrá con su propio hijo, el joven general romano Fabio, serán algunas de las sorpresas de los nuevos capítulos de Hispania . Del pretor romano al que da vida, a Lluis Homar lo que le seduce, dice a Efe, es «ese impulso de la bestia, esa falta de escrúpulos típica de los niños sin educar».

La «oscuridad» que envolverá esta nueva etapa, avanza Homar en declaraciones a Efe, se dejará sentir en los hispanos, que, «más conscientes del adversario que tienen delante», tendrán que recurrir a ciertas «maldades» para conseguir sus objetivos, lo que en cierto modo «les acercará al mundo romano».

Para él, lo más difícil de trabajar en Hispania es «la tremenda intensidad de la serie», un elemento que a la vez considera «la clave de su éxito». Asegura que los esfuerzos físicos que requiere su producción no le han supuesto problema alguno, aunque, eso sí, dichos esfuerzos, montando a caballo o librando peleas, «han sido mucho menores que los de mis compañeros», confirma el actor.

Uno de los puntos fuertes del argumento de la segunda temporada radicará en la mencionada rivalidad entre Galba y su hijo, el general Fabio, uno de los nuevos personajes, al que dará vida Iván Sánchez. Fabio ha sido destinado al campamento romano para sustituir a su padre, supuestamente fallecido, y el encuentro entre ambos desatará las decepciones y los conflictos internos.

Enfrentamiento. Y es que Galba descubrirá con tristeza que su hijo no aprueba sus brutales métodos para aplastar a los hispanos, y Fabio, por otro lado, no hallará correspondencia entre su padre real y la imagen idealizada que se había hecho de él. Según Homar, «conocer que su hijo es bueno supone un gran hándicap» para su personaje. Y es que Fabio, explica el actor, «es más justo y más honesto que su padre, que tiene esa idea de que todo vale».

Eso llevará a Galba a librar una lucha interior que «enfrentará sus principios a un hijo del que está muy orgulloso y que es lo único que puede tocar su fibra sensible», aclara. Iván Sánchez, por su parte, ha explicado a Efe que Fabio «había vivido en una nube en Roma, pero cuando llega a Hispania se da de bruces con lo que es el día a día».

Se trata de un personaje, dice, que «en el terreno personal tiene muchas ideas preconcebidas que no se corresponden con la realidad, y que va a sufrir muchos golpes a su moral». También Iván Sánchez se muestra contento con su personaje, y no se avergüenza al afirmar que «lo más atractivo ha sido vestirse de romano». Eso, «y la historia y el reparto», puntualiza el intérprete, que admite que le encanta todo lo relacionado con el esfuerzo físico, pues supone «una motivación más».

Tuvo que incorporarse a la serie un poco «a matacaballo», justo cuando «estaba acabando de grabar Hospital Central y haciendo promociones en Estado Unidos con La Reina del Sur ».

Sin embargo, esa entrada tan repentina -"«un empiece muy loco que ha sido lo más difícil de mi trabajo»-" no le ha impedido «disfrutar muchísimo» durante el rodaje, afirma.