El cine independiente se hace con las azoteas de la Gran Manzana
Las últimas apuestas del cine independiente se hacen desde ayer con las azoteas de la Gran Manzana gracias al festival Rooftop Films, que en su décimo quinto aniversario proyectará cerca de 25 películas y más de 150 cortometrajes en las alturas de Nueva York. Con el telón de fondo de los rascacielos de Manhattan o el emblemático puente de Brooklyn, más de quince tejados se transformarán hasta el próximo 20 de agosto en salas de proyección al aire libre gracias a esta iniciativa, que después de más de una década se ha convertido en una verdadera institución para los neoyorquinos.
«Para un neoyorquino, las azoteas son un lugar donde la gente se reúne, un refugio urbano», dijo a Efe el fundador del festival, Mark Elijah Rosenberg, quien impulsó esta iniciativa en 1997 en su búsqueda por encontrar un lugar diferente donde proyectar sus propias películas. «Yo era un joven cineasta y aunque mostraba mis filmes en festivales, quería enseñárselos a mis amigos y a otras personas, por lo que me pareció que una manera natural de atraer a la gente era proyectarlas en lugares interesantes, con la ciudad de noche como fondo», explicó. Lo que hace quince años empezó como una noche de fiesta entre amigos en su propia azotea y una sábana sujeta a la pared como pantalla de proyección, se ha convertido hoy en un festival anual para el cine independiente en el que se reúnen películas de más de una treintena de países de todo el mundo. Pero la particularidad de Rooftop Films es el concepto del festival en sí, que va más allá del cine.