La voz de Vela regresa al Corral
La Casona de Villapérez acoge una jornada especial dedicada al artista burgalés en la que proyectará entrevistas y mostrará multitud de diapositivas inéditas del muralista
«Soy de donde fui, de donde se me ofreció un muro y una oportunidad para pintar. Sí, soy de donde fui. Y vosotros leoneses sois los jueces para sentenciar qué parte de mi espíritu lo tengo de leonés». Con estas palabras finalizó José Vela Zanetti el discurso de inauguración de la Fundación que lleva su nombre y cuya sede está desde entonces en el Corral de Villapérez. Precisamente esta casona del León perdido acogerá hoy, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Museos, una jornada dedicada de manera exclusiva al artista burgalés. Acogido al epígrafe de Museos y Memoria , la concejalía de Cultura ha diseñado una programación que -”de 17.00 a 20.00-” proyectará algunas de las mejores entrevistas concedidas por el muralista entre 1980 y 1990. Asimismo, la Casona realizará un recorrido por su obra y su vida, desde la juventud, el exilio y la vuelta a España a través de múltiples diapositivas, algunas de las cuales no se han visto aún.
Las entrevistas, concedidas a Televisión Española y Televisión Castilla y León (en los programas Perfiles y Mañana será otro día respectivamente), permitirán recuperar la voz y la imagen en movimiento de José Vela Zanetti, fallecido en 1999.
La jornada permitirá además conocer algunas de las anécdotas menos conocidas del artista. Es el caso de la correspondencia que mantuvo con Luis Alonso Luengo a propósito de su proyecto para realizar, en 1969, los murales de la historia de León que desde 1970 exhibe el Consistorio. Esta relación epistolar revela gran cantidad de matices de la personalidad del pintor de Milagros y es, además, un exponente único acerca de cómo Vela Zanetti se preparaba para recibir a las musas y, lo que resulta aún más importante, muestra su generosidad como artista y amigo: «Claro es que una pintura mural no es un curso de historia; la historia es sólo un pie para hacer una obra de arte, simplemente (...) No ten go palabras para agradecer tu colaboración, que es más aguda y más apasionada que la de los otros dos amigos que me enviaron material (...) Para Navidad te enviaré algo con mi firma para colgar en tu casa»...
También podrá verse el discurso que pronunciara con motivo de su ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, uno de los hitos en la carrera del artista, que tuvo lugar en 1985 y en el que León estuvo tan presente como su propia obra. José Vela Zanetti descubrió entonces que a pesar de los largos años de exilio, la ciudad y sus tesoros habían forjado una parte esencial de su personalidad y estilo artístico: «En aquellos años de aprendizaje, cuando finalizaban las clases me alejaba de mis condiscípulos para adentrarme en el silencio del Panteón de los Reyes de la Colegiata, deslumbrado ante la poderosa sencillez de aquellas pinturas que empezaba a sentir antes que a entender. Contemplaba sobrecogido aquellos muros encalados, pintados al temple, en contrastes rotundos (...) La constante lección que para mi supuso aquella casi diaria contemplación de las pinturas del Panteón de los Reyes creo que marcó definitivamente mi talante como muralista, que se me reveló muchos años más tarde, cuando una fría mañana leonesa, acompañando a Pablo Serrano, el abad Viñayo nos mostraba una vez más las pinturas. De pronto, el gran escultor se dirigió al abad diciéndole: -˜Ahí tiene los colores de Vela-™». Cuantos acudan hoy al Corral de Villapérez también tendrán la oportunidad de contemplar algunas imágenes inéditas, como la que se muestra en la página y que captura al artista en el proceso de creación del último de los cuadros que colgaría de las paredes de su museo leonés. En fin, una muestra para revelar la memoria de un artista que no se entendería sin León, como él mismo aseveraba en el discurso de inauguración de su fundación: «Yo tuve también mi transición: cuando regresé a España estuve en silencio cuatro años pintando de caballete. Cuando regresé a León, silenciosamente, sólo Crémer y Luis Calzada tenían conocimiento de mi llegada. Se celebró un acto en Radio León y él dijo: -œCreíais que Vela Zanetti era un personaje inventado por mí, pues aquí le tenéis-¦ el fantasma de carne y hueso».