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opinión | el invento del maligno

Realidades

Publicado por
José Javier Esparza
León

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p> No hay mejor relato que la propia realidad, pero la televisión ha dado una vuelta de tuerca sobre la sentencia: no hay mejor ficción que la propia realidad. Ahora acabamos de ver Alakrana en Telecinco, sobre el secuestro del barco homónimo. No ha funcionado demasiado bien la apuesta, pero la cadena ya ha anunciado otra: Rescatando a Sara, creación de BocaBoca sobre el conocido planteamiento de señora occidental casada con varón musulmán, el padre que se lleva a la hija y ahí esa madre que cruza el mundo para rescatar a la niña. Rescatando a Sara se basa en hechos reales, por supuesto, y habrá que ver hasta dónde llega su veracidad. En todo caso, la realidad no deja de ser fuente de inspiración para las ficciones de nuestros canales. Sin salir de cadena, Telecinco insiste en el género -˜biopic-™, con la particularidad de que se trata de biografías de personajes estrictamente contemporáneos: hemos visto a Raphael, a Felipe y Letizia y a la Duquesa de Alba, tenemos en fábrica a Tita Cervera y Rocío Dúrcal, y ahora sobreviene nada menos que Mario Conde, protagonista de Días de gloria, sobre su propio libro. Versión hard de estas realidades irreales: los famosos montan su propio reality. Los primeros que lo han hecho en España han sido Alaska y Mario Vaquerizo en la cadena MTV. Ahora se anuncia que Zeta Audiovisual va a hacer lo mismo con Ana Obregón, que hacía demasiado tiempo que no pasaba por aquí. Esto lo ha contado Formula TV y, a juzgar por lo que se sabe, no es fácil decir si la idea se le ha ocurrido a Ana o a la productora. ¿Se deshace usted por conocer los entresijos de la vida de Ana Obregón, cómo se peina, qué desayuna, con qué se cuida los pies? Bueno, pues todas esas graves incógnitas quedarán definitivamente resueltas. En un género distinto, el del hiperrealismo extremo, Callejeros, en Cuatro, insiste en los bajos fondos y después de llevarnos a la cárcel nos conducirá al mundo de la prostitución. «No sabemos hacer otra cosa», dice una protagonista de ese programa. Lo mismo podría decirse de ciertos talentos televisivos.

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