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Prado Allende aterriza en el Colegio de Arquitectos

El artista leonés presenta sus paisajes de rincones de la montaña

El artista leonés Luis Prado Allende posa con una de las obras que expone en el Colegio de Arquitect

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marcelino cuevas | león
León

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Luis Prado Allende es uno de los grandes pintores de los Picos de Europa. Es oriundo de la montaña leonesa y quizá por eso pinta con enorme facilidad, con pincelada suelta y firmes conceptos, la belleza plástica que se esconde en los picachos inmensos y los valles umbríos de la Cordillera Cantábrica. Comenta el pintor que su obra tiene mucho que ver «con los territorios que piso, con el paisaje que fluye a mí alrededor, con lo que recuerdo y con lo que siento. Tomando la naturaleza como punto de referencia, percibo el color y la luz, unas sensaciones que intento interpretar de dentro hacia fuera, buscando el reflejar aquello que me emociona». «Me gustan los arroyos que rompen el silencio de los bosques con el pálpito de la primavera, el rumor de los torrentes que fluyen en libertad acariciando la rugosa superficie de la roca, los bosques umbríos poblados de brumas, la soledad de esos valles olvidados donde se escucha el eco del paso del tiempo, el silencio de los rincones de los pueblos que aún conservan sus estructuras ancestrales». Prado Allende recoge en sus óleos con enorme sensibilidad, las perspectivas más hermosas de las montañas de León, «de esos Picos con sus majestuosas cumbres y neveros perpetuos, de gargantas fantásticas y de vibraciones luminosas luchando con la bruma del amanecer. Estos paisajes son la suma de las sensaciones maravillosas que parten de la observación de la naturaleza en estado puro». Pero este pintor de siempre ha decidido cambiar algunos registros en su producción. En los últimos tiempos dedica buena parte de su trabajo a la fotografía. Son las suyas imágenes plenas de creatividad, en las que prima el movimiento de la cámara. El paisaje urbano a representar se identifica plenamente, pero la acción del artista obliga al espectador a poner mucho de su parte para interpretar las bellas imágenes que contempla. La gran sala de exposiciones del Colegio de Arquitectos, un tanto olvidada, es el lugar ideal para ver sin apreturas la gran producción de Prado Allende.