Íñigo

El invento del maligno José Javier Esparza.

De todos los premios que circulan en el mundo de la tele, los menos cuestionables suelen ser los de la Academia de la Televisión en cualquiera de las etapas que esa casa ha conocido, y este es un mérito que es cabal reconocer. El último premio conocido de este ramo ha sido el concedido a José María Iñigo en la categoría 'Toda una vida', un galardón que en años anteriores ha laureado a gente como Jesús Hermida, Miguel de la Quadra Salcedo, Antonio Mercero, Chicho Ibáñez Serrador, Josefina Molina, Matías Prats padre, etc. Que a Iñigo no se lo hubieran dado todavía solo se explica por una circunstancia: mientras que los demás premiados son profesionales jubilados o en semirretiro, Iñigo se las ha arreglado para estar todavía ahí.

Porque en efecto, este hombre, andando el tiempo, ha acreditado una capacidad sorprendente para reinventarse, lo cual es una virtud valiosísima en esta profesión y más en el mundo de la tele. Iñigo cumplirá 70 envidiables años en 2010, y hace unas pocas semanas aún le veíamos presentando para TVE el Festival de Eurovisión. Esto es simplemente prodigioso.

Este caballero empezó haciendo radio con quince años y se especializó en música pop: era 1960, el año en que aparecieron los Beatles. Debutó en la tele 'la vieja TVE' en 1968 con el musical 'Último grito', justo antes de que los Rollings tocaran la gloria con su gira en los Estados Unidos. Después llegaron programas como Estudio abierto o Directísimo , que fueron grandes éxitos de los setenta y donde lo mismo aparecían Uri Geller doblando cucharas que Solzhenitsin poniendo de los nervios al comunismo vernáculo o Esther Villar vapuleando a las feministas. Cuando le quitaron de en medio 'en la sectaria TVE de los ochenta' se las arregló para sobrevivir en Puerto Rico o en la autonómica vasca, y así ha ido empalmando una cosa con otra hasta acabar en 2006 presentando Supervivientes en Telecinco y como monologuista en La Sexta. Es extraordinario. Ahora le dan el premio 'Toda una vida', pero, ¿cuántas vidas tiene realmente José María Iñigo?

Enhorabuena, maestro.