ORQUESTAS DE PUEBLO EN PUEBLO
Con la música a otra parte
Pese a ser la más longeva de las orquestas musicales nacidas en León, la San Francisco ha visto cómo su caché y sus galas han disminuido a causa de la crisis
Acostumbrados a irse continuamente con la música a otra parte, lo suyo trasciende la mera vocación para mutar en arte callejero. Reyes de la versión popular, sus voces nunca se escucharán en las grandes emisoras, y ni falta que les hace. Su ambición es muy diferente. Aunque no viven sus mejores momentos, nadie imagina un verano sin pueblo, un pueblo sin fiestas y unas fiestas sin orquesta.
Una de las más queridas por el respetable leonés y la más antigua de las que todavía existen en la provincia es la San Francisco , nacida hace 16 años para impulsar la música en directo. «Nos costó arrancar, -comenta su directora y vocalista Ruth Marcos- sobre todo el hecho de reunir buenos músicos, pero desde entonces, y toco madera, no hemos dejado de trabajar».
Cada año completan su programación con cerca de 75 galas aproximadamente, una cifra nada desdeñable que permite a la formación mantener un buen rendimiento en todas ellas. «Sólo en el próximo mes de julio tenemos diez fechas ya confirmadas que seguramente se amplíen», puntualiza, «aunque cuando la situación financiera era diferente podíamos contar hasta con 17 en este mismo mes».
Integrada por diez músicos, su puesta en escena no deja indiferente a nadie, tampoco su repertorio, que sabe adaptarse a todo tipo de públicos pero «apostando por versionar temas actuales con un fin de fiesta muy roquero». Aunque el verdadero secreto del éxito de esta orquesta se esconde antes de subirse al escenario, cuando sólo las cuatro paredes de su local de ensayo son testigo de sus fatigas, decepciones e ingratitudes. «Es complicado alcanzar el nivel que hoy tenemos, no puedes relajarte porque el público es siempre exigente y eso requiere horas y horas a cada uno de los temas que luego incorporamos al repertorio». Profesores de música durante la semana en su gran mayoría, son los sábados y domingos cuando se juntan para ensayar. «Cada uno se trae los deberes hechos de casa para ponerlos en común cuando el tiempo lo permite», puntualiza.
Contratar a la San Francisco cuesta entre 3.000 y 15.000 euros, «depende la época del año y el día de la semana», aunque ya en 2010 se vieron obligadas a bajar su caché alrededor de un 20% debido a la crisis económica que, como no podía ser menos, también se ha ensañado con la música. «Y no somos los peor parados, otros compañeros de profesión han perdido casi la totalidad de sus actuaciones, han tenido que reducir sus ingresos hasta en un 40% o directamente se han visto obligadas a bajar el telón». A la mala situación económica se unen este año también los cambios de gobiernos autonómicos y provinciales. «Un gran número de localidades han modificado sus programas de fiestas cancelando galas». La vocalista, que llegó a la orquesta en 1997, reconoce que «si no tienes detrás una empresa potente que te apoye es imposible seguir ahí».
No corren buenos tiempos para la lírica, ni para la música, pero San Francisco seguirá ahí.