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Fomento excavará el Emperador

El edificio, ubicado en una zona de protección, podría ocultar bajo sus cimientos una necrópolis romana

La escalinata del Teatro Emperador, que lleva ya cerrado al público cinco años, a la espera de ser r

León

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La rehabilitación del Teatro Emperador exigirá una excavación arqueológica. El Ministerio de Fomento establece en el anteproyecto que «en el subsuelo se llevarán a cabo las intervenciones mínimas imprescindibles, debido a las condiciones arqueológicas de la zona en que se encuentra el edificio».

El teatro construido por Manuel y Gonzalo de Cárdenas y Francisco J. Sanz en 1949, se halla ubicado dentro del ámbito de protección del Plan Especial del Casco Histórico. Según el arqueólogo municipal, Victorino García Marcos, el Emperador está enclavado en la denominada «zona cinco», que abarca el área de San Claudio, Santa Nonia y San Francisco, donde se estima que podría localizarse una de las necrópolis romanas. De hecho, en pequeñas prospecciones realizadas en el barrio de San Claudio aparecieron restos del primitivo cenobio benedictino y de enterramientos tardorromanos y visigodos.

La excavación en el Emperador, aunque sea mínima, podría ser esclarecedora. Lo cierto es que nunca han aparecido vestigios de una gran necrópolis romana en las 200 excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en la ciudad desde 1993, fecha de aprobación del Plan Especial del Casco Histórico, que obliga a realizar catas en los solares de la zona antigua como paso previo a cualquier construcción.

Los expertos consideran que existieron dos cementerios: uno civil -”destinado a la población que vivía en la cannaba-” y otro militar, donde serían enterrados los soldados de la Legio VII. Han aparecido enterramientos -˜puntuales-™ en el barrio de San Esteban, en el campus de la Universidad y en Puente Castro -”donde existen restos de un importante vicus (villa) asociado al campamento de la Legio VII-”, pero hasta la fecha no se ha encontrado una gran necrópolis acorde a la importancia del último destacamento romano que permaneció en Hispania. En los últimos años se han localizado decenas de lápidas funerarias romanas reutilizadas en la construcción de la muralla e, igualmente, estas estelas mortuorias se emplearon en edificios como San Isidoro o la Catedral.

Aunque el Teatro Emperador se encuentra extramuros, su proximidad a la fortificación tardorromana y el hecho de que nunca se haya excavado bajo sus cimientos lo convierten en un enclave de excepcional valor arqueológico.