DANZA
El coreógrafo José C. Martínez se despide de París y prepara la nueva Compañía Nacional de Danza en Madrid
El español José Carlos Martínez, el coreógrafo y bailarín estrella de la Opera Nacional de París, se despide este viernes de su público francés y prepara ya su primera selección, el martes en Madrid, de nuevos bailarines para la Compañía Nacional de Danza (CND), que dirigirá desde septiembre.
Martínez, que será asesor técnico del tribunal que juzgue la capacidad de los bailarines, adelantó a Efe que a la audición para cubrir cinco plazas para el cuerpo de baile, convocadas el pasado mes de junio, se han presentado 302 candidatos.
El nuevo director de la CND desea que los bailarines que están fuera puedan ir a trabajar con la compañía, " no en galas puntuales " sino en proyectos de colaboración que permitan "ir avanzando en un proyecto artístico común" y que el público español les conozca.
Muy consciente de que llega a Madrid " en un momento difícil para España ", Martínez (Cartagena, 1969) está decidido a trabajar " poco a poco " hasta ampliar el abanico de posibilidades, los estilos que podrán bailar los bailarines, dando importancia a las ideas y las colaboraciones con otras compañías y entidades. " Gastándose el dinero correctamente se pueden hacer cosas, porque talento y coreógrafos españoles hay muchos y bailarines con ganas de bailar también ", subraya el bailarín y coreógrafo, convencido de que si todos colaboran " se pueden llegar a hacer muchas cosas ".
El bailarín, que se despedirá mañana de su público de París con un momento irrepetible de ballet y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, entre el público, considera que "' la boucle est bouclée '", es decir, que el círculo está cerrado. " Vine a Francia para bailar. Vivía en casa con mis padres, y al volver a España tengo la impresión de dejar de bailar, aunque lo que desaparece es el bailarín estrella tal cual es ahora ", detalla.
Además de despedirse, el bailarín protagonizará por primera y única vez la coreografía "Les Enfants du Paradis", que creó en 2008 para el Palacio Garnier y con la que en ganó el Premio Benois de la Danza a la Mejor Coreografía en 2009.
Siempre se organiza un último gran espectáculo para las estrellas cuando se despiden, relata, pero " lo que no es habitual " es que él baile su propia coreografía. " Tendré ahí mi emoción, mis sensaciones ", revela el artista, que también se despedirá de llamarse sólo "José". " Eso forma parte de lo que abandono, pues en España todo el mundo me llama José Carlos ", explica el Premio Nacional de la Danza de 1999, quien acostumbra a hacer " muchas cosas a la vez ".
Entra " inevitablemente " satisfecho en su nueva era y también ante la idea de poder bailar " cuando quiera ", liberado de la exigente agenda de un bailarín estrella, que organiza su existencia en función de sus actuaciones aunque sabe que es posible que añore los escenarios donde cosechó tantos aplausos. " Se termina una etapa en mi vida, en la que he bailado mucho, incluso más de lo que me había imaginado que pudiera bailar ". Un cambio importante que, sin embargo, no le parece que " vaya a ser tan difícil ".
No hay ningún papel que le hubiera gustado bailar y que no haya podido. " He tenido muchas experiencias, con muchos coreógrafos. Tenía ganas de pasar a la etapa siguiente ", añade Martínez, que desde su primera coreografía, "Mi Favorita" (2002), se prepara para dirigir el trabajo de los demás y transmitir lo aprendido. " El que otros bailen mis coreografías es como una prolongación de mi danza y dirigir la CND lo es también ", aseguró Martínez, que volverá a París a bailar el próximo diciembre en "Oneguin" y en marzo de 2012 en "L'appartement".
En plena " carrera contra el tiempo ", Martínez no tiene tiempo para pensar porque " ocupa mucho ser tres personas a la vez ": el coreógrafo que monta su pieza, el bailarín que la protagoniza y el futuro director que va preparando lo que pasará en la CDN. " Es genial, no he terminado todavía aquí y ya estoy trabajando en Madrid. También estoy contento por eso, por no vivir el trauma de muchos bailarines cuando se retiran y no saben qué hacer ".