Roberto Jardón Rico | luthier
«Los Stradivarius se mitifican»
Pese a que aprendió a tocar el violín como cualquier otro aspirante a alcanzar una prometedora carrera musical, pronto entendió que amaba más el cómo dar vida a los instrumentos de arco que el simple hecho de hacerlos sonar. Hoy es uno de los luthiers más prestigiosos del país.
-”¿En qué van a consistir los dos seminarios que impartirá a los alumnos de las clases magistrales?
-”Uno estará dedicado al mantenimiento de instrumentos de arco y a profundizar en el mundo del violín y el violoncello. El segundo versará sobre el proceso de construcción de estos instrumentos y los desperfectos más frecuentes que suelen sufrir. Ya he impartido varias charlas en León y Astorga anteriormente pero reconozco que este curso está ganando cada vez más peso y solera. Sin duda alguna estimula la vida musical de la ciudad. Es un honor para mí que me hayan invitado a participar.
-”El precio medio de un violín hecho en una fábrica ronda los 150 euros. ¿Cuánto puede costar uno de los que usted construye?
-”En torno a los 10.000 euros el violín y 20.000 si se trata de un cello.
-”¿Y quiénes tienen el placer de tocarlos?
-”Trabajo para músicos de primer nivel y algunos de los solistas más importantes de España.
-”¿En quién se inspira?
-”Los modelos son de inspiración clásica. Me gustan Andrea Guarneri, los hermanos Grancino o Giaccomo Genaro.
-”¿Ha tenido alguna vez un Stradivarius en sus manos?
-”Sí, varias veces. Hace 15 días que acaban de subastar uno en Nueva York por 11 millones de dólares.
-”¿Y realmente lo valen?
-”Están muy mitificados por los medios de comunicación. Son buenos sí, pero no como para pagar esas cantidades. No hay tanta diferencia entre un Stradivarius y un violín hecho por un luthier. De hecho muchos solistas tocan con copias porque el sonido es más robusto.
-”¿Vive su oficio horas bajas?
-”Todo lo contrario. La luthería se encuentra mejor que nunca en todo el mundo, cada vez hay más luthiers.
-”¿Dónde se encuentran las mejores escuelas?
-”En Alemania e Inglaterra.
-”¿De dónde le viene la vocación?
-”En mi casa siempre se trabajó la madera. Durante cuatro años asistí al taller del fallecido maestro Pavel Schudtz en Oviedo, donde aprendí el oficio de luthier a la manera tradicional como se transmitió este saber durante siglos. Más adelante trabajé en un taller durante cuatro años hasta que en 2002 decidí abrir el mío propio.
-”Supongo que tocar el violín le será de gran ayuda a la hora de crear...
-”Es vital. Me facilita mucho el trabajo. Si no es imposible llegar a sentir lo que siente el músico y lo que el instrumento le transmite a él. La música clásica me entusiasma desde pequeño.
-”¿Qué diferencia a un buen instrumento de otro vulgar?
-”La acústica es lo más importante, aunque un buen sonido se consigue dependiendo del grosor de la madera. En mis creaciones utilizo madera de abeto para la tapa y madera de arce rizado para el resto de la caja. El mástil se hace con madera llegada de los Balcanes. Las tapas las construyo a partir de cuñas de madera y luego las tallo, también pueden construirse a base de cuñas macizas que se esculpen o tallan con unas bóvedas y unos grosores que deben adecuarse a las características físico mecánicas de cada pieza, ya que la madera, al ser un tejido natural, es irrepetible.
-”¿Cuál es su -˜hijo-™ predilecto?
-”Una viola que fue primer premio en la Competición Internacional de Viola de Primrose , en Nuevo México, hace apenas un mes. Está inspirada en un modelo de Andrea Guarneri de 1676 llamado Conte Vitale . La ganadora fue una intérprete de Chicago llamada Ayane Kozasa de 23 años.
-”¿Cuántos instrumentos es capaz de crear en un año?
-” Construyo alrededor de seis anuales y tengo una lista de espera de dos años.