García Rodero combate la nada en León

Primero hay que emocionarse; después, disparar la cámara. Así trabaja Cristina García Rodero, la única fotógrafa española en la nómina de la prestigiosa agencia Magnum, la que fundaron los legendarios Robert Capa y Cartier-Bresson. La Fundación Cerezales, cuyo objetivo es llevar a los -˜grandes-™ de la cultura al medio rural -prueba de ello son las exposiciones de Eduardo Arroyo y Richard Serra- acoge ahora Combatiendo la nada, de la creadora manchega. Son 21 instantáneas en blanco y negro que constituyen un documento antropológico excepcional. García Rodero se ha especializado en retratar las últimas tradiciones de una España profunda -ella prefiere el término -˜desconocida-™- que tiene los días contados o se ha extinguido ya.

Las imágenes se sustentan en textos del escritor leonés Julio Llamazares. García Rodero, que acaba de regresar de Cuba, donde ha inmortalizado la vida, las costumbres y a los habitantes de Baracoa, la primera ciudad fundada en la isla por Cristóbal Colón, bucea ahora en la exposición de Cerezales del Condado en el universo femenino; en la lucha por la libertad, la supervivencia y los derechos de mujeres de todo el mundo. De ahí el título combativo de la muestra.

Detrás de cada foto hay una historia. Pero, ante todo, a García Rodero le interesa retratar al ser humano. Primero la escena le tiene que cautivar. «No soy objetiva. Fotografío lo que me emociona», confiesa.

En sólo una veintena de imágenes consigue sumergir al espectador en un viaje por diferentes culturas, en las que las mujeres son las protagonistas. La creadora manchega -cuyas fotografías forman parte de la colección del Musac- documenta el dolor y el desarraigo causado por la guerra de los Balcanes, el trance y la devoción que siente el pueblo de Haití ante la práctica de rituales ancestrales o indaga en la intrahistoria de la España popular mostrando sus costumbres y tradiciones. Mujeres de Macedonia, Polonia, Georgia, Portugal, Venezuela, Etiopía o Estados Unidos componen un rosario de emociones tan antagónico como la procedencia de las protagonistas.

Su trabajo roza la etnografía. De hecho, sus imágenes constituyen, en algunos casos, la única prueba de ritos que ya se han perdido. Es la fotógrafa de la España oculta.

García Rodero trabaja ahora por salvar su excepcional archivo. Su interés es que permanezca en España. Ignora cuántas fotografías ha hecho desde que en 1970 se colgó una cámara al hombro y decidió recorrer España. Sus imágenes son un grito a las conciencias. Hay desolación, denuncia, pálpito. «Tienes que sentir lo que ves». Este es su secreto. Porque, como decía Julio Cortázar «entre las muchas maneras de combatir la nada, una de las mejores es sacar fotografías»...

Lugar: Fundación Cerezales. En Cerezales del Condado.

Horario: de lunes a domingo, de 12.00 a 14.00 y de 18 a 21.00. Hasta el 23 de octubre.