Reñones publica ‘La balalaika’, las nuevas aventuras del antihéroe Patillo
Georgie Dann y sus cinco bailarinas son los coprotagonistas de esta segunda parte.
Expulsado del Seminario por meter tebeos de El guerrero del antifaz en las ollas de la comida, camionero remolachero, gran paladín del carnaval y buscador de fortuna a orillas del Mediterráneo, «aunque sólo encontró cicatrices y hernias varias», como recuerda su creador, vuelve ahora Juan José Patillo, el antihéroe más surrealista del suroeste leonés, un bañezano de pro, quijotesco y estrambótico, que regresa de la mano del escritor y editor José Antonio Martínez Reñones. Si la primera entrega se publicó en 2009 como Patillo I, el niño del ataúd. Una historia bañezana con muuuchos cuernos ya está en las librerías la segunda parte de la saga con nuevas y muy desternillantes hazañas del malbaratado matador riberano —sólo hay que leer el título para hacerse una idea: Patillo en la aventura de La balalaika. ¿Qué importa el sexo si el amor es ruso? —, donde aparece en escena el mismísimo Georgie Dann con cinco bailarinas, cinco, que trastocarán la tranquila cotidianeidad de más de un comarcano.
La historia arranca después de la peripecia torera de Patillo, acaecida en el verano de 1977. Un año después —«la cronología es la única lógica que hay en el libro», aclara el autor, quien confiesa haber sacado esta segunda parte «por aclamación popular»— el dos veces resucitado Patillo ha de hacer frente a las cinco chicas rusas de Dann «en un inédito y lúbrico tratado de amistad bañezano-soviético», narra Martínez Reñones, que, como en su anterior obra, disfraza nombres y hechos reales e incluso invita a los lectores a descubrir quién es en realidad el ínclito Patillo, hoy un adinerado empresario en relación a quien él mismo constituye «tan sólo un relator, una especie de San Juan Bautista». Y así, por ejemplo, es cierto que Georgie Dann («el hombre más envidiado de las cuatro últimas décadas en toda Iberia», opina Reñones) ofreció un apoteósico concierto en 1978 en La Bañeza.
De todas formas, no es el creador de La barbacoa protagonista del librito, sino sus chicas, traídas por el cantante en aquel célebre citroën Tiburón, según advierte el creador de la saga, añadiendo que en estos lances Patillo y sus congéneres harán gala de la secular «idiosincrasia bañezana, esa que suele mezclar la pasión con la filosofía».
No fue la cogida, sino el tiro. El comienzo de la trama «viene sobrevenido por la convalecencia de Patillo» tras su épica faena como matador, en la que «lo peor no fue la cogida del toro, sino el tiro que le metió la Guardia Civil», advierte el creador de la editorial Lobo Sapiens. Tras varios meses en cama, Patillo intenta emular a uno de sus héroes históricos, Julio César y, «al igual que aquél pasó el Rubicón, él intenta atravesar el río Tuerto», aunque eso sí, a lomos de una burra y de forma subacuática, a causa de una mala caída, tras la cual experimenta una visión de su propio destino contada por una aparición curiosamente parecida a Raquel Welch. En cuanto a si los fans de Patillo contarán, en el futuro, con más oportunidades para conocer mejor a esta estrafalaria leyenda humana, Martínez Reñones lo confirma: «Asistiremos a nuevas comparecencias del héroe». Al igual que en la anterior edición, el 50% de los beneficios (cuesta 2 euros) de esta obra genialmente ilustrada en su portada por Toño Odón Alonso, irán destinados a la organización de una futura y sin duda singular Feria Agroerótica de las Comarcas Bañezanas.