Cuando Alicia Alonso danzó en el Palacio de Deportes

El 11-S de 1985 Alicia Alonso comparecía ante el público leonés en un escenario tan poco propicio para el ballet como el Palacio de Deportes. Días antes había impartido un curso de danza en la capital leonesa y actuado en el castillo de los Templarios de Ponferrada. Curiosamente, Alonso, considerada una leyenda de la danza, no tuvo inconveniente en dar clase a alumnas de escuelas de ballet de la capital leonesa, cuya preparación estaba a años luz de la formación que tienen sus discípulos y bailarines.

Alicia Alonso, hija de padres malagueños, cuya actividad profesional comenzó en 1938 en Broadway, al debutar en las comedias musicales Great Lady y Stars in your eyes, ha elegido León como escala de las últimas giras que el Ballet Nacional de Cuba ha realizado por España. Hace tres años el ballet que dirige la prima ballerina cubana desembarcaba en el Auditorio con La magia de la danza. En el 2005, el Ballet Nacional de Cuba iniciaba en el el Auditorio de León la gira de Don Quijote. La víspera del estreno Alicia Alonso confesó: «En León el público siempre me acogió con cariño».

Con la humildad reservada a los genios, Alicia Alonso no presenta la jubilación. Ayer mismo presentaba en Barcelona la nueva gira de un ballet que empezó llevando su nombre y que en 1948 pasó a convertirse en el Ballet Nacional de Cuba. Alonso desafiaba así la difícil realidad cubana de la época con esta ambiciosa empresa. En 1956, como represalia política por no haberse prestado a ser agente propagandístico de la tiranía batistiana, el gobierno cubano le retiró a la compañía la escasa ayuda que recibía del Estado. Alicia Alonso se negó a bailar en Cuba mientras se mantuviera el régimen. Con la revolución cubana se inicio una nueva era para el ballet.

Respecto a si se considera un mito, ayer mismo alcaraba: «Me veo como parte de la danza, nadie me puede apartar de ella, porque estoy todavía en ella».