Cocinando emociones

Una sabia cocina de la pintura. Un guiso de emociones recuperadas. El menú de los aromas exóticos y los colores del recuerdo. Blanca Carnicero es una pintora leonesa que vive en las lejanas coordinadas catalanas desde hace más de treinta años, pero que conserva en su memoria los colores que conoció en el León de su infancia. Que atesora entre sus recuerdos los aromas de la cocina donde su madre inventaba cada jornada una gastronomía imaginativa y diferente.

Blanca Carnicero presenta en el Auditorio Ciudad de León, una interesante serie de abras inmersas en el expresionismo abstracto, bajo el titulo de El aroma de los colores . La pintora se confiesa autodidacta, aunque dibuja y pinta desde hace muchos años, quizá desde los tiempos en que estudiaba en las Carmelitas de Fajeros.

«Mi pintura -explica- intenta recuperar el pasado a través de los colores y los aromas». Y es cierto, la gran sala de exposiciones del Auditorio, se ha visto inundada de olores maravillosos: nuez moscada, clavo, curry, canela o pimienta.

Es la recuperación pictórica de los aromas que llenaron de sugerencias orientales los fogones de Roma, de la Edad Media… y, también, de los tiempos actuales.

En su pintura, Blanca Carnicero, ha querido comenzar poniendo una base sólida pródiga en texturas. «Yo pinto habitualmente sobre arpillera. Cuando puedo conseguirlas lo hago sobre antiguas urdimbres, sobre las telas con las que se fabricaron los sacos que transportaron alimentos hace ya muchos años. En otros casos, he tenido que emplear telas más nuevas, pero siempre vigorosas».

Y antes de pintar sobre ellas, antes de cubrirlas de pigmentos puros, de extender sobre la arpillera el colorido de sus recuerdos, Blanca hilvana sus historias con dinámicas puntadas, con añadidos que aportan relieve a sus trabajos.

Como toque final llegan las especias, que el espectador puede percibir en los diferentes cuadros, protagonizando esta nueva dimensión pictórica que Blanca Carnicero se ha inventado y a través de la que los espectadores pueden disfrutar de exóticos mensaje olfativos. «Sé -dice- que los aromas de mis cuadros irán evolucionando con el tiempo y que en algún momento llegarán a desaparecer.

Por eso estas obras están vivas y tienen una existencia efímera en su dimensión aromática, pero los colores quedarán ahí para siempre sobre las rústicas arpilleras».

Y, finalmente, les hacemos las mismas recomendaciones que Pedro Ruiz Cacho les hace en el díptico que anuncia la muestra: «Pasee la exposición reposadamente. Huela las piezas. Reconstruya las formas con su mirada. Intente imaginar sus sabores. Todos los secretos que guardan los trabajos de Blanca le serán revelados».

Lugar: Auditorio Ciudad de León.

Horario: de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00; sábados, de 10.00 a 14.00 horas.