La Caixa deja al descubierto en León la historia de la comunicación humana

Un total de quince exposiciones ha realizado en León la Obra Social de la Caixa. En ellas se ha tratado la evolución humana desde muy diferentes perspectivas. La última, inaugurada ayer en la avenida de los Reyes Leoneses, al lado del edificio de San Marcos, se titula Érase una vez… ¡El habla!. Y en ella se resume de una forma muy didáctica la historia de la comunicación humana.

El Alcalde de la ciudad, Emilio Gutiérrez, destacó en la presentación del evento, la importancia que esta iniciativa tendrá para que los más pequeños, puedan ampliar sus conocimientos sobre lenguaje, visto desde un punto de vista que no se explica normalmente en las aulas. «Animo —dijo— a los alumnos de los colegios de la capital y la provincia a que disfruten y aprovechen esta gran iniciativa cultural».

Por su parte Victorino Lluch, Director Ejecutivo Territorial de «la Caixa» Castilla y León y Castilla-La Mancha, comentó la importancia que la entidad, que por necesidades del mercado financiero se convierte en CaixaBank, seguirá otorgando las actividades de su Obra Social, que este año cuenta con una dotación de 500 millones de euros, el setenta por ciento destinado a obras sociales y el treinta restante a la cultura.

También contó esta inauguración con la presencia del Secretario General de la Fundación la Caixa, que comentó que en esta exposición «se puede descubrir cómo los animales, hasta los seres vivos microscópicos, se comunican de una u otra forma, con distintos niveles y diferentes complejidades. Sin embargo —dijo—, tener la capacidad de expresar los pensamientos y sentimientos frente a otros seres es exclusivo de la especie humana. Y en esta muestra se nos cuenta cuándo apareció la capacidad de hablar en nuestros antepasados y cómo han evolucionado a lo largo de los siglos determinadas partes de nuestro cuerpo, para hacerlo posible».

El comisario de la exposición Lluís Batista, recorrió sus instalaciones interactivas con los asistentes y dijo que, «Los tres bloques en los que se divide la muestra, Las comunicación entre los seres vivos, El habla: una ventaja de la evolución, y El Lenguaje, más que un código de signos, permiten al visitante vivir una experiencia singular. Sólo los humanos —comentó— podemos hablar y esto es posible gracias a dos factores: un cerebro apropiado y una laringe en posición más baja que el resto de los mamíferos. La exposición permite efectuar un recorrido por los diversos canales utilizados en la comunicación celular y animal, continúa con la indagación por el origen del habla y expone la relación directa entre el habla y diversas manifestaciones del comportamiento simbólico, para terminar con una reflexión sobre el lenguaje en su origen, su diversidad y su evolución». El visitante queda inmerso en un continuo caudal de estímulos visuales y sonoros que llegan a él a través de las últimas tecnologías, mientras las citas a la pluralidad de etnias y lenguas dejan constancia de la diversidad lingüística y cultural como punto y final de la exposición que estará en la capital hasta el 3 de noviembre.