Robés sigue a Lorca por Nueva York
La editorial Lunwerg publica ‘Poeta en Nueva York. Cita en Manhattan’, con imágenes del fotógrafo leonés.
Al leonés José Antonio Robés hace tiempo que Nueva York le tendió una trampa. En el 2002 veía la luz su libro Manhattan, en el que el fotógrafo leonés descubría el alma de la isla neoyorquina. Sus instantáneas fueron captadas poco antes del desastre del 11 de septiembre. Seducido, al igual que Woody Allen, por la ciudad que nunca duerme, el fotógrafo villafranquino, admirador y profundo conocedor de la poesía de Federico García Lorca, recorrió con su objetivo el Nueva York que tanto impresionó al poeta granadino en 1929. Robés, fascinado por Poeta en Nueva York, un libro de Lorca que no llegó a las librerías hasta 1940 —primero en inglés en Nueva York y después en español en México—, ha hecho ‘escala’ en los lugares que impactaron al autor del Romancero gitano.
Ahora, cuando se cumplen 75 años de la ejecución del poeta andaluz, la editorial Lunwerg reedita, revisada y actualizada, la versión ilustrada del poemario, con cuidadas fotografía de Robés. Una obra en la que Lorca y Robés forman un tándem irrepetible y que se publica bajo el título Poeta en Nueva York. Cita en Manhattan.
Con sus cámaras clásicas, una Leica M6 y una Nikon F5, Robés se dio cuenta nada más aterrizar en la ciudad que Poeta en Nueva York seguía siendo una guía de caminantes. «No sé si amo o si odio Manhattan, pero lo que sí sé es que me inquieta», llegó a confesar el fotógrafo. El artista leonés explica en su web: «Manhattan es una colección en la que muestro Nueva York a través de obras donde se puede sentir el dinamismo de la ciudad, su olor característico, su mezcla interracial, su ambiente. He llegado allí preparado para que la ciudad se muestre tal como es y he visto un lugar donde el tiempo corre por su cuenta, a otro ritmo que la hace intemporal». Robés capturaba, ocho décadas después, imágenes tan mágicas como las que pudo contemplar en los años veinte el poeta de Fuente Vaqueros.
Un encuentro de cine. Si cinematográfica es la visión que ofrece Robés de Nueva York, lo que es de película es el encuentro casual que el fotógrafo leonés mantuvo con el director y actor de cine Woody Allen, con el que se topó en una de las avenidas de la ciudad de los rascacielos. La coincidencia de que ambos llevaran la misma cámara fotográfica propició el inicio de una gran amistad.