Los monólogos más corrosivos de Miguel Lago llegan al Auditorio
Mañana en el mismo escenario Toni Moog cierra el ciclo ‘Humor en alta definición’.
No tiene pelos en la lengua. Miguel Lago abandonó la Filología Hispánica por el cachondeo. Convirtió el humor en una profesión. Esta noche, dentro del ciclo Humor en alta definición, que abrió Goyo Jiménez la semana pasada y que cierra mañana Toni Moog, el cómico gallego retará al público leonés durante más de una hora con un show irreverente y políticamente incorrecto.
Lago es capaz de mostrar las dos caras de la corrupción y la piratería en pocos segundos. Hay pocos temas, por escabrosos que resulten, que se resistan a este cómico vigués forjado en la ‘escuela’ de la Paramount Comedy.
Lago, que llega a León después de triunfar en escenarios de Madrid, Barcelona y Galicia, se dio a conocer en la pequeña pantalla interpretando el papel de Don Luis en el programa Curso del 63 y su secuela, Curso del 73 . Estaba preparado, porque con anterioridad había escrito el guión de Soy un hijo de puta para la Paramount.
A Lago casi nada se le resiste. Ha sido colaborador de la Ser y ha desfilado por programas como La mandrágora, El Club de la Comedia o Paramount Comedy. Y se atreve con cualquier tema, incluidos asuntos tan ‘delicados’ como la familia y los amigos —si es que le queda alguno—, porque después de poner a caldo a casi todo el mundo, lógicamente, no tenía otra salida que titular a su show Soy un miserable. Al escenario del Auditorio subirá esta noche un personaje «mezquino y ruin», como lo define el humorista Pedro Ruiz, «un absoluto tío sin escrúpulos que nos puteará sin compasión y que, sin duda, tiene el éxito asegurado». Se veía venir a la luz de los títulos de sus primeros monólogos: Los niños están gordos (Un gallego en Barcelona), Soy un hijoputa o Qué pena ser pobre. Miguel Lago lo tiene clarísimo. Para él, sin duda, «el sexo, la risa y la comida son los grandes placeres de la vida»...
Lugar: Auditorio Ciudad de León.
Hora: 21.00.
Entradas: 18 euros.