Una historia que ya es historia
Cientos de ciudadanos asisten a la última proyección de esta temporada del espectáculo de luz y sonido diseñado por el artista francés Xavier de Richemont.
Un momento de la última proyección prevista por el Ayuntamiento de la capital hasta la primavera de 2012.
El cine al aire libre en San Isidoro es ya historia. La fachada del templo proyectó ayer por última vez—entre las 23.00 y las 00.00 horas— el espectáculo de luz, imágenes y sonido diseñado por el artista francés Xavier de Richemont. Al igual que en todos y cada uno de los 22 pases que se han llevado a cabo de este filme, la plaza, previo pacto de no agresión con el tiempo, presentó un lleno hasta la bandera. La buena noticia es que no es un adiós definitivo sino un hasta luego.
El Concejal de Cultura, Juan Pablo García Valadés, ya ha señalado que la idea es que se retome en la próxima primavera. Y así, entre las Cabezadas y las Cantaderas, regresará como iniciativa turística durante los cinco años contratados por el Ayuntamiento de la capital.
Asimismo, el concejal de la UPL, Javier Chamorro, ya ha propuesto en varias ocasiones que se cree un espectáculo similar para la Catedral donde el francés devuelva la policromía original a la fachada de la Pulchra leonina. De hecho Richemont ya ha iluminado las catedrales de Chartres y San Luis de Potosí o edificios históricos de Alemania, Canadá y Escocia.
A lo largo de estos meses la improvisada pantalla de San Isidoro ha visto cómo sobre sus piedras se sucedían episodios históricos como la llegada de los romanos atraídos por la riqueza de las tierras leonesas, los primeros edificios cristianos construidos por los reyes visigodos, la huella bizantina representada en ornamentos de oro y piedras preciosas, la construcción de la propia Basílica y Panteón Real, la riqueza del reino impulsada por la conquista de América o la invasión de las tropas francesas, entre otras muchas cosas.
El encargo del espectáculo a Xavier de Richemont costó al municipio leonés 280.000 euros.