Diario de León

El ‘boom’ del color leonés

De manera paralela a la explosión literaria, la ilustración leonesa vive un gran momento.

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emilio gancedo | león
León

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Desde hace cosa de tres décadas se han venido empleando expresiones como ‘ boom literario leonés’ (o el más peyorativo de ‘mafia leonesa’) para referirse a la gran cantidad de escritores reconocidos que ha dado esta tierra, especialmente en los campos de la novela, el cuento breve y la poesía. Sin embargo, mucha menos atención ha recibido otro aspecto creativo del mundo editorial, el de la ilustración, en el que muchos leoneses están descollando, unos consagrados desde hace ya varios años y otros, más jóvenes, que trabajan de forma activa y harto prometedora.

Aunque algunas veces permanezcan a la sombra de grandes literatos, lo cierto es que las ediciones con firmas como las de Javier Zabala, Toño Benavides o Tesa González son verdaderas delicias para la vista en las que la atención del lector queda irremediablemente atrapada por la sugerencia, sensibilidad y capacidad de transmisión de sus creaciones. No en vano, el primero de los anteriormente citados, Premio Nacional de Ilustración en 2005, protagonizó el pasado año una gran muestra antológica en la Universidad Complutense, ha ilustrado verdaderos clásicos de la literatura (por ejemplo, el magnífico Bartleby, el escribiente ) y no deja de viajar participando en congresos y encuentros. Zabala anima a los jóvenes a formarse y a preguntar: «Es curioso lo accesibles y entrañables que suelen ser los maestros internacionales de la ilustración; ¡ojo, hay excepciones!», avisa, pero sobre todo recalca que «nuestro mercado es el mundo entero y esto les va a afectar todavía más a los jóvenes».

Otra artista con novedades es Tesa González: esta leonesa explica que su libro El sueño de Lu Shzu ha sido elegido por la editorial Edelvives para comenzar su nueva y ambiciosa apuesta por los autores e ilustradores españoles para que tengan su eco en el mercado internacional. Más en concreto, será en la Feria del Libro de Frankfurt, la más grande del mundo, del 12 al 15 de octubre, donde la imagen oficial de Edelvives serán las ilustraciones, en gran formato, de esta creadora.

Y es que la carrera de González va precedida de diferentes galardones y reconocimientos. Por ejemplo, en la última edición de la Bienal de Ilustración de Bratislava (Eslovaquia), una de las exposiciones de ilustración más importantes del mundo, estuvo nominada representando a España.

Activo y prestigioso representante de esta ‘ilustración leonesa’ es también Toño Benavides, quien hace su propio análisis del oficio: «La ilustración profesional, sobre todo la de prensa y editorial, es un trabajo de autor en el cual el ilustrador interpreta un texto y nos ofrece su versión subjetiva del mismo. Así que un ilustrador ha de contar con un mundo propio, una visión personal que no traicione la obra sobre la que trabaja. No hablo de estilo gráfico, hablo de la capacidad de conmoverse y conmover a los demás. No somos informadores. Trabajamos con emociones y su traducción plástica. Por lo tanto, si el aprendizaje de la técnica es importante, el bagaje cultural lo es mucho más. A fin de cuentas, lo que te va a permitir crear una visión memorable de un clásico, no es la destreza con el lápiz, sino todo lo que hayas leído hasta entonces».

Son consejos y observaciones muy útiles para aquellos que se encuentran en plena lucha diaria por mantenerse en la brecha, máxime en momentos como los actuales, en los que darse a conocer vía Internet se antojan claves a asiduos colaboradores de medios y publicaciones como Óscar Rubio y Pablo Pino. Además, «si tienes ilusión y no abandonas nunca tu esencia aparece gente a la que le interesa tu trabajo, los contactos van surgiendo por sí solos», anima Laura Bécares, profesora de la Escuela de Arte de León (de donde han salido muchos de los aquí presentes) e ilustradora de varios libros infantiles. Así, Internet no sólo ha cambiado el día a día laboral de estos profesionales, sino que incluso les ofrece la posibilidad de trabajar desde el medio rural leonés (caso de Rubén Mielgo o Pablo Pino) enviando sus creaciones allí donde sean requeridas.

No están todos los que son... y esa es la verdadera noticia. Que son muchos y que tienen talento.

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