El invento del maligno
El Twitter de toda la vida
Eduardo Noriega y Celia Freijeiro, los protagonistas de Homicidios, estuvieron en el informativo matinal de Concha García Campoy. Eduardo se había quejado en Twitter de la hora de comienzo de la serie justo el día que estrenaban Gran Hotel (poniendo Acorralados: Última hora antes, lo que ha continuado siendo así). «Tácticas de la cadena No es serio y poco respetuoso con los espectadores «, escribió. En la entrevista con García Campoy salió el tema Twitter, su novedad, su sensibilidad, su uso y «las meteduras de pata sonadas, imperdonables», según palabras de Noriega. Así en general pero con ironía dirigida a la suya propia (la metedura). Y fue la propia Concha la que hizo la petición de que pusieran la serie antes. Es verdad que por previa petición de los actores, que no habían ido a quejarse. Ayer estaban vendiendo su trabajo. Uno no se mete con su cadena.
Otra cosa es meterse con la contraria, como ha hecho Angy Fernández, la cantante de Tu cara me suena utilizando, por cierto, vocabulario y sintaxis propias de Física o Química ( antes había quedado segunda en Factor X ). A la chica le ha molestado que tras la promo de Antena 3 Aquí entretenemos así ( la de la caja sorpresa de donde salen las estrellas de la cadena), Telecinco haya contestado con una promo de la visita de María Patiño a La noria. Lo que le ha molestado es que retomaran a chufla el Aquí entretenemos así. Con Patiño en La noria. Hombre, es verdad que entre Gloria Serra (en el anuncio o en un programa) y María Patiño, esta entretiene más a poco que se le hinche la vena, pero, vaya, tampoco es una entertainer.
A lo que iba. Angy, transmutada en el gato Jinks de Pixie y Dixie, escribió en su Twitter al ver lo de La noria: « Malditos copiones, copiando lo de Aquí entretenemos así, picados Telecirco. Y pensar que me entretenía con tal mierda». Luego pide perdón por su impulsividad, pero ¿qué necesidad habrá de meterse en estos jardines? Claro, que María Teresa Campos no necesitó Twitter para meterse con Vasile. En realidad, no hay nada nuevo.