Diario de León

Inyectan 600.000 euros a la muralla

El Gobierno destina 415.000 euros a obras urgentes en el torreón del Archivo Histórico y el Ayuntamiento aprueba una partida de 179.072 euros para rehabilitar un nuevo tramo en la avenida de los Cubos.

Arriba, el torreón del Archivo Histórico que acaba de recibir una subvención del Gobierno. Abajo, los cubos que va a rehabilitar el Ayuntamiento.

Arriba, el torreón del Archivo Histórico que acaba de recibir una subvención del Gobierno. Abajo, los cubos que va a rehabilitar el Ayuntamiento.

León

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La muralla de León ha recibido una repentina inyección de 600.000 euros para obras urgentes. El Gobierno y el Ayuntamiento coincidían ayer en aprobar dos partidas presupuestarias para restauraciones puntuales y urgentes en la fortificación romana.

El Consejo de Ministros aprobaba ayer una partida de 415.000 euros para la reparación del torreón y de las cubiertas del Archivo Histórico Provincial, un bien propiedad del Estado que administra el Ministerio de Cultura.

En la web de La Moncloa se justifica esta intervención porque «en el tramo de muralla que forma el torreón se están produciendo erosiones debido a la acción de las aves y al agua de lluvia, por lo que existe riesgo de desprendimientos. Además se aprecian desprendimientos de tejas de las cubiertas y humedades provocadas por las filtraciones, que afectan a la zona de archivo de los fondos documentales».

El riesgo es real. El pasado mes de junio se desprendieron tres trozos de mortero en el Arco de la Cárcel que obligaron a acordonar la zona. Actualmente, el torreón del archivo se halla ‘forrado’ de andamios.

El mismo día que el Consejo de Ministros decidía destinar una partida para la recuperación de la muralla tardorromana, el equipo de gobierno municipal acordaba destinar otros 179.072 euros a la rehabilitación de un tramo de la calle de los Cubos.

En concreto, la Junta de Gobierno acordó ayer actuar en los cubos E6 y E5 y en el tramo de lienzo que hay entre ambos. El Ayuntamiento contratará las obras por el procedimiento de urgencia, con la intención de ajdudicarlas antes del día 28 de este mes, para que concluyan antes del 31 de diciembre.

La rehabilitación integral de la muralla concluirá, si se cumplen las previsiones, en el 2017, año en el que la mitad de la muralla será paseable (un kilómetro de recorrido). Será la tercera muralla de España, junto a las de Lugo y Ávila, en la que se podrá acceder al adarve.

Los hallazgos. Los cubos en los que va a intervenir el Ayuntamiento están a continuación de los últimos restaurados en esta calle, en los que aparecieron 59 lápidas funerarias romanas reutilizadas como material de construcción en la propia fortificación.

El descubrimiento de estas estelas funerarias hace sospechar a los investigadores de la existencia de una necrópolis cercana, que serviría de «cantera» para abastecer de piedra a los constructores de la muralla tardorromana.

En el momento del hallazgo, el arquitecto del Plan Director de la Muralla, Melquíades Ranilla, no descartó la posibilidad de localizar más estelas funerarias cuando se limpiaran el resto de los cubos de esta avenida. Así que la intervención en los mencionados cubos E5 y E6 podría deparar sorpresas.

Pese a que las losas funerarias se encontraban en un lugar muy «delicado», porque formaban parte de la estructura del lienzo, finalmente las losas se extrajeron de la muralla y se llevaron al Museo de León, al tiempo que se colocaron réplicas exactas en su lugar.

Las estelas —la mayoría de población indígena—, se encontraban en el «paño» exterior de la muralla, en el llamado cubo de las Clarisas, pero no eran visibles por la espesa capa de mugre que las recubría y por hallarse a unos cuatro metros de altura desde el nivel del suelo.

Una de las lápidas, de 130 centímetros de largo, por 60 de ancho y 22 de grosor, tiene la dedicatoria de un hijo a su padre fallecido. Esta losa habría sido labrada, al parecer, por un artesano de origen árabe que firma con el nombre de Atta —igual que el «cerebro» del atentado contra las torres gemelas de Nueva York—.

Los investigadores consideran que las estelas permiten demostrar que el campamento romano albergó varios talleres lapidarios, tras analizar la composición de la piedra, los motivos ornamentales y la aparición de las siglas, enlaces y abreviaturas característicos del taller y sus artesanos.

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