Diario de León

El leonés que convirtió a Perón en un personaje de película

Octavio Getino es un reconocido director de cine en Argentina e ignorado en su tierra.

Imagen actual del cineasta leonés Octavio Getino, que se exilió a Argentina en 1952.

Imagen actual del cineasta leonés Octavio Getino, que se exilió a Argentina en 1952.

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El leonés Octavio Getino es una celebridad en Latinoamérica y un perfecto desconocido en su tierra. Pero no le provoca ninguna tristeza. A sus 76 años, este exiliado leonés, director de cine, teórico del mundo audiovisual, periodista, guionista, actor y agitador de conciencias, escribe un blog. Getino es famoso, sobre todo, por sus documentales de Perón.

Nacido en el preámbulo de la Guerra Civil, confiesa que hablar de sus años en León «sería como ponerse a escribir una novela de género dramático». Hijo de un militante de izquierdas de Sopeña de Curueño, su infancia son imágenes de «fusilamientos, racionamientos, monopolio cultural por parte de la Iglesia, carencia de elementales derechos humanos y sociales, soldados moros y alemanes en León ávidos de prostíbulos cercanos a la Catedral..., compensado todo ello con la evasión propia de la infancia en las lecturas de los tebeos, las novelitas de la colección CIA, FBI, Rastros y la concurrencia al gallinero de una o dos salas de cine, entre ellas la de los padres agustinos».

Aquellos años de miseria cultural y económica sólo tenían un respiro en los veranos «felices en Sopeña, con su río lleno de truchas y barbos; o en Robles, trillando trigo». Cuando Octavio tenía sólo dos años su familia se traslada a León —recuerda que al número 9 de la calle Panaderos—.

En 1952 sus padres hacen las maletas y embarcan en un navío de la flota mercante argentina rumbo a Buenos Aires. «Era uno de aquellos barcos que habían sido utilizados para transporte de tropas durante la II Guerra», recuerda Getino que entonces tenía 17 años. La situación para un militante de izquierdas se había hecho insoportable en León. La llegada de la dictadura en Argentina obligan a Getino a exiliarse nuevamente. Comenzará un largo periplo, entre 1976 y 1988, por Perú, México, Costa Rica y Cuba.

Regreso del exilio. Getino no volverá a España hasta 1960. Ese año viaja a Madrid para grabar en Puerta de Hierro al perseguido Juan Domingo Perón. «Conocí a Perón a partir de un proyecto que hicimos en grupo de cineastas argentinos –Cine Liberación-. Habíamos realizado junto a otros cineastas como Fernando Solanas y Gerardo Vallejo el filme La hora de los hornos y resolvimos hacer una larga entrevista a Perón –también en la semiclandestinidad que regía en España en 1971- y que editamos en Roma. Casi cuatro horas de duración, divididas en dos grandes momentos, y que intentaban traer a la sociedad argentina la imagen y la palabra de un líder nacional y popular, en momentos en los que aún regía –desde el golpe militar de 1955- la prohibición de toda imagen o sonido que evocase a la política y a la cultura peronista. Fue una contribución al rescate de la memoria histórica argentina, cuyo destinatario principal fueron las nuevas generaciones, que posibilitaron el retorno de la democracia (y de Perón) al país en 1973, pese a los pocos años que duró esa especie de primavera política y democrática», cuenta.

Un leonés de Wikipedia. Lo cierto es que Getino, cuya biografía está en la Wikipedia, es autor de los documentales Perón, la revolución justicialista y Perón: actualización política y doctrinaria para la toma del poder, los filmes más extensos de Perón.

Es en ese viaje a Madrid cuando el director leonés percibe, en algunos encuentros con familiares de su generación que «existía una enorme brecha con ellos en cuanto a la visión del país y del mundo –también de los valores básicos de la vida democrática- y ello me quitó el deseo de volver alguna vez a la península». Pese a todo, regresará reclamado por festivales de cine como el de Huelva o Benalmádena, donde proyectan sus películas o para dar conferencias en la Universidad de Salamanca y en diversos foros y encuentros en Madrid para tratar temas de las industrias culturales.

A través de su hija, Getino le pasa información de sus experiencias como emigrante en la Argentina de los años 50 al director Campanella, que la utiliza para la película Vientos de agua. Acaba de declinar una invitación de dos fundaciones españolas para participar de un encuentro sobre industrias culturales que tendrá lugar en Madrid a mediados de este mes.

Asegura que el cine español ya no tiene el impacto de décadas atrás, con películas memorables como eran las de Berlanga, Bardem, Trueba, Saura, Camus, Armendáriz, entre otros. Getino es también autor de numerosos libros sobre los problemas básicos del cine iberoamericano y a la incidencia económica y social de las industrias culturales.

Actualmente trabaja activamente en el Observatorio del Cine y el Audiovisual Latinoamericano, un organismo que depende de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, presidida por el premio Nobel Gabriel García Márquez.

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