Carmelo Gómez se debate entre el western y Cervantes

El actor leonés Carmelo Gómez no ha dudado ni un solo momento a la hora de ponerse en manos del director Gonzálo Suárez por cuarta vez. Primero fue El detective y la muerte —1994—, El portero —2000— y Oviedo Express —2007—. Ahora, a falta de confirmar título, el cineasta asturiano acaba de concluir el guión de su próxima película, que pretende comenzar a rodar el próximo verano y está pensada como «homenaje a Cervantes». Un «Western crepuscular». Suárez no ha querido avanzar demasiados detalles de esta producción para la que busca localizaciones pero lo que sí ha encontrado es a uno de sus protagonistas, el actor leonés. «Quiero volver a rodar con él», asegura, después de explicar que su siguiente filme supone una «continuidad muy rara» con sus anteriores trabajos, ya que «no hay nexos de unión» aparente, pero sí una conexión en lo que ha definido como «una especie de estilo en el tratamiento de las imágenes y en los diálogos».

Para dar algunas pistas de esta película que pretende comenzar a filmar el próximo verano, para que el rodaje se produzca en otoño, Gonzalo Suárez señala que su siguiente filme está «más próximo a Remando al viento (1987), una de sus obras más reconocidas. Suárez reconoce que le encantaría hacer películas que tuvieran un éxito rotundo de público, aunque matiza que si eso supone adaptarse al «gusto predominante», prefiere seguir su «camino». Teniendo en cuenta su doble faceta, ya que ha sido «escritor antes que fraile», reivindica que «la obra cinematográfica tenga que ver con la literatura», en cuanto que un guión «tiene un carácter literario». Eso es a su juicio «positivo», ya que «toda película parte de un guión, que es una faceta literaria», lo que da más libertad a las imágenes que se filman durante el proceso de rodaje. En este contexto, reivindica «el cine literario», que otorga «más desarrollo poético» a las películas que realiza.

Asimismo se encuentra finalizando la promoción de su último libro, El síndrome de albatros , por lo que ha confesado con humor que ahora lo que tiene encima es «el síndrome de la promoción».