Diario de León

Traca final de potente punk-pop

Los veteranos Buzzcocks y Lambrettas cierran hoy una cita que revalida su vitalidad.

Los británicos Buzzcocks, banda formada en los años setenta, cierran hoy un ‘Purple’ que se revela incombustible.

Los británicos Buzzcocks, banda formada en los años setenta, cierran hoy un ‘Purple’ que se revela incombustible.

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e. gancedo | león
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A mal tiempo buena cara y mejor música. Eso es lo que parecen haber pensado los aficionados a los sonidos y estética sixtie , que este fin de semana acudieron masivamente al Purple Weekend leonés, y eso que coincidía en el tiempo con otro gran evento mod del calendario nacional, el Beat Goes On asturiano que este año se mudó a la ciudad de Gijón.

Los escenarios, aunque en menor número que en ediciones anteriores, ofrecían un excelente aspecto en lo que a público se refiere —tanto, que el acceso a espacios como el Gran Café resultaba problemático—, pero incluso el CHF, ampliación del mítico Hispánico, se llenó fácilmente haciendo que la pregunta regresara de nuevo: ¿Por qué no una sede estable, céntrica y definitiva para el ‘Purple’?

Hipótesis aparte, la realidad es que el certamen ha revalidado su fortaleza en tiempos de crisis y se reafirma, de nuevo, como uno de los más sugestivos y eficaces imanes de atracción para la capital leonesa. La jornada final depara hoy siete conciertos en los que la variedad —esa máxima de las últimas ediciones— es la tónica predominante, aunque sin olvidar el acento auténtico y añejo del Purple 2011, repleto de grandes glorias que aún tienen mucho que cantar. Es el caso de Buzzcocks, mítica pero vigente banda británica, cuya combinación enérgica de ritmo, líricas y melodías pop la sitúan como una de las primeras en desenfundar el mejor punk-pop de la historia, pedestal que compartirían con Los Ramones. El lado más pop de su composiciones es lo que los ha situado en primera fila de las bandas favoritas por el revival modernista, mod en definitiva, prolífico y fructífero y que no se ha detenido desde el año 79. Sus influencias pasan por Velvet Underground, The Clash, The Who, Stooges, Troggs (a quienes versionaron con I can’t control myself ) o el garage y el beat de los años sesenta.

Antes que ellos, el broche final lo pondrán también The Lambrettas, como dice la organización, «un grupo Purple por derecho». Ritmos sincopados, guitarras siempre en emergencia, baterías aceleradas y estribillos al instante, hicieron de The Lambrettas un grupo esencialmente mod capaz de navegar por las aguas efervescentes de la new wave . Aquella rotunda imagen sesentera empastaba a la perfección en los movimientos revival que se hacían un hueco histórico y fundamental en los locos años ochenta. Y en 2011, en la presente edición, toca esperar a que suenen sus grandes hits, capaces de poner a prueba a los esqueletos que estén dispuestos a dejarse llevar por su vibrante pop a toda velocidad.

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