«Tocar con Los Platillos me ha quitado 30 años de golpe»

«En los años 60 soñaba con platillos volantes y en el 2011 por fin he conseguido subirme a uno de ellos», asegura Gaby, líder de Los Salvajes, que aterrizaba ayer en la capital leonesa vía Pamplona para aportar su «inexperiencia» a este Purple Weekend que ya toca a su fin. Y aunque se bajó de los escenarios hace cuatro décadas, hoy volará junto a Jota Montero en Espacio Vías.

—No es su primera vez en el ‘Purple’...

—No, estuvimos tocando en la tercera edición, y me ha hecho muchísima ilusión regresar. Ayer me levanté a las cuatro de la mañana —sin tomarme nada— para ensayar con los Platillos cuanto antes.

—¿Qué supone para usted tocar con una banda nacida en memoria de Los Salvajes?

—Estos tíos me han quitado 30 años de golpe, y te aseguro que a mis 67 años eso son palabras mayores. Tienen mucha fuerza, ya me gustaron cuando escuché las versiones que hacían de nuestros temas, pero en directo son impresionantes.

—El 31 de este mes cumplirán 50 años como grupo, ¿es este concierto una especie de homenaje o tienen previsto volver a juntarse toda la banda?

—Sí, se puede considerar una celebración en memoria de Los Salvajes. Llevábamos tiempo con la idea en la cabeza de tocar con Jota y compañía y qué mejor momento que en este ‘Purple’. Ellos harán una primera parte con temas nuestros y a mitad del show entraré en escena.

—Eso de que usted primero fue guitarrista del grupo y luego vocalista, ¿es cierto o leyenda urbana?

—Es completamente falso, no sé de dónde ha salido eso pero ya lo he leído en varios sitios. Yo apenas sé tocar dos o tres acordes con la guitarra, lo que sí hacía era grabar los temas que componía en un casete. Recuerdo que me gustaba cantar rancheras. Cuando entré en el grupo me dijeron que tocaba muy mal, que me dedicase a cantar, ¡qué cabrones!, pero tenían razón.

—¿Cómo llevaban lo de ser considerados los ‘Rolling Stones españoles’?

—Fatal, no nos gustó mucho, de hecho fue una putada porque nosotros queríamos ser The Who, no los Stones.

—¿Qué diferencias encuentra entre la música pop que se hacía en los sesenta y la actual?

—Cuando veo a los Platillos Volantes me parece lo mismo, percibo la misma ilusión y ganas que teníamos nosotros.

—Sus inicios y sobre todo el salto a la fama recuerdan a las historias de Hollywood sobre grupos encumbrados por un cazatalentos. En su caso fue un alemán, ¿no es así?

—Nosotros empezamos a tocar en la Costa Brava. En uno de los conciertos nos vió Bernard Schram, un cazatalentos que nos prometió una gira por Alemania y aceptamos. En el primer garito nadie nos aplaudió, resulta que ese tipo de música ya no se hacía en aquel país. El empresario de la sala nos llamó a su despacho para echarnos de allí, no sin antes reconocer que había algo de Los Salvajes que le gustaba. Se encargó de pagarnos una gira por toda Alemania y triunfamos.

—¿Qué le susguieren canciones como ‘Al Capone’, ‘Nada ha cambiado’ o ‘Con el corazón’?

—Mucha nostalgia, son mi vida, mis letras.

Lugar: Escenario Espacio Vías.

Hora: 17.00.