Del misterio de Hofmann a la realidad de Rubio

Partamos de la idea de que personalmente nos parece estupendo que el Dr. Hofmann intente mantener el anonimato. Estamos de acuerdo en que en las presentaciones de sus obras prefiera mantener su rostro oculto. Pero creemos que cuando se hacen exposiciones públicas, en los últimos tiempos dos, la realizada en la sala Campus Stellae y ahora ésta del Palacio de Don Gutierre, por lo menos el artista debe tener la gentileza de hacerse presente. El día de la inauguración, en el espacio que coordina con mucho acierto Miguel Escanciano, el concejal de Cultura, Juan Pablo García, dio una primorosa larga cambiada, para justificar ante el público lo injustificable, la ausencia del artista, aunque hubiese sido tras una cortina, de espaldas al respetable y con careta.

El Dr. Hofmann es un grafitero y, por lo tanto, un artista perseguido en la oscuridad de la noche por la autoridad, ya que no está permitido llenar de arte las paredes desnudas, aunque la obra a ejecutar tenga una calidad importante. Hofmann es un grafitero peculiar que emplea plantillas y pegatinas para divulgar sus obras. Pero, mire usted, si quiere esconderse… que se esconda, aunque debe darse cuenta que estas exposiciones nada tienen que ver con sus actividades presuntamente delictivas.

En la exposición que el artista ha preparado para el Patio del Palacio de Don Gutierre se muestra una interesante serie de fotografías de pequeño formato. Otra serie de sus dibujos están de alguna manera emparentados con el tattoo , aunque tratados de una manera muy personal. En el centro del patio cuelga una bicicleta delicadamente tuneada y en unas vitrinas pueden intuirse unos cuadernos de viaje del artista que, quizá, pudiera ser lo más interesante de la muestra, pero al verse solamente una de las páginas de cada uno solo sirven para que el espectador mantenga intacta toda su curiosidad. Después de la inauguración el Dr. Hofmann organizó una fiesta en la que se manifestó como estupendo dj, pensamos que ya sin sus fobias a las multitudes. ¿O pinchó con una capucha?

1397124194 Un ojo en busca de la realidad. Sesión doble en Don Gutierre, pues además del misterioso Dr. Hofmann también inauguró una exposición la joven fotógrafa Luz Rubio. Son las suyas obras sin grandes ínfulas, sencillas y trabajadas desde el punto de vista absolutamente objetivo de una reportera fotográfica. La incipiente carrera de Luz Rubio se ha desarrollado preferentemente en las redacciones de varios periódicos, algunos de alcance nacional. Las obras que muestra en esta exposición, la primera que realiza, reflejan la verdad de su mirada acostumbrada al reportaje de actualidad, que no permite ni enfoques demasiado originales, ni encuadres rebuscados, ni tratamientos digitales posteriores. Luz Rubio es una prometedora profesional de la fotografía de la que solamente hemos visto los interesantes prolegómenos de su trabajo.