El invento del maligno
Penitencia
Como anunciábamos aquí la semana pasada, Telecinco ha empezado una campaña para lavar su imagen frente a las casas comerciales, después de la deserción generalizada de anunciantes en La noria de Jordi González. La campaña consiste, de momento, en un spot donde rostros nobles de Telecinco y Cuatro —Ana Rosa, Carreño, Cantero, Christian Gálvez, Jesús Calleja, Marta Fernández— proclaman a los cuatro vientos su amor por las marcas comerciales. Así Mediaset demuestra que está dispuesta a lamer la mano que le da de comer. Gratitud, en fin, hacia los que alimentan el negocio.
Bien está, pero ¿por qué no aparecen también en el spot Jordi González o Jorge Javier Vázquez? Porque esto es como lavarse la cara escondiendo el culo, si me permite usted la figura. Telecinco no puede pretender que nos tomemos en serio un recurso promocional que esconde a dos de los principales comunicadores de la cadena, a los que se ha confiado la conducción de franjas horarias fundamentales. Y esto no afecta tanto a La noria de Jordi González —al fin y al cabo, sólo un programa que ha metido la pata y nada más— como al Sálvame de Jorge Javier Vázquez.
Porque hay que recordar que Sálvame, además de su gran aquelarre del viernes noche, ostenta el monopolio de toda la franja vespertina de la cadena, todos los días, haciendo escarnio y befa de la legislación sobre protección del horario infantil. Al final, la impresión que se queda el espectador es que Telecinco exhibe los amables rostros de Ana Rosa Quintana y Christian Gálvez para que luego el dinero se lo lleven Jorge Javier y Belén Esteban, y esto es como lo del gángster que se lleva a una duquesa a las cenas de negocios para caer bien a los comensales.
Parece que en Telecinco piensan, o quieren pensar, que todo se reduce a un problema de un programa — La noria— con los anunciantes, pero no, ya no: ahora ya es toda una forma de hacer televisión lo que está en tela de juicio. Y eso no se resolverá hasta que Telecinco tome medidas sobre los programas-escándalo de su parrilla, empezando por Sálvame.