Diario de León

El invento del maligno

Nochevieja 2011: muy poquita convicción

Publicado por
José Javier Esparza
León

Creado:

Actualizado:

José Mota es el rey de la Nochevieja y TVE es su trono. Eso no lo discute nadie desde el ya lejano día en que las demás cadenas arrojaron la toalla. Este año ha ocurrido lo mismo. Después de todo, Mota garantiza ingenio, sonrisa, trabajo bien hecho. La novedad ha sido que, esta vez, hasta Mota ha resultado cansino, que diría él mismo. A su programa Los siete pecados capitales de provincia le faltó capacidad de convicción: no se puede montar un discurso de crítica social y a la vez pastelear con los políticos —Rajoy y, todavía, Zapatero— como si ellos fueran la solución, y no parte del problema.

Luego Mota estuvo en las campanadas y allí ocurrió algo sorprendente: parecía que quien hablaba era Rubalcaba en la caricatura del propio Mota. Cortocircuito neuronal. En el trance de las campanadas, TVE-1 situó junto a Mota a Anne Igartiburu, que venía de presentar el musical con el que la Pública nos condujo hasta la medianoche. No tuvo mal elenco. Apareció el Dúo Dinámico cantando a trío con Alaska; Manolo y Ramón no dejaban de sonreír, pero no porque estuvieran contentos, sino porque la cara se les ha quedado así después de tanto ‘lifting’. Luego vimos a Miguel Bosé con los Hombres G (pop de pelo gris), y a Estopa, entre otros. Una reflexión inevitable: en tiempos de recorte presupuestario, la cadena que más ha gastado en el festejo ha sido la Pública. Basta contar los 101 modelitos que lució Anne Igartiburu. No es normal.

El pantojismo que no cesa. En la otra orilla, la privada que más carne ponía en el asador era Telecinco con una invitada especial: Isabel Pantoja. La berluscona nos había conducido hasta allí después de un especial titulado El año en Paz , presentado por Paz Padilla y Joaquín Prat jr. Le pusieron voluntad, pero el guión parecía escrito ayer por la tarde en una servilleta de bar. En realidad todo venía subordinado a la aparición estelar de la Pantoja, emocionada como siempre, ya un poco momia de sí misma, en animada conversación con Jorge Javier Vázquez. Para completar la familia apareció Paquirrín, o sea Kiko Rivera. Circunstancia que aprovechó Vázquez para anunciar un acontecimiento trascendental: Isabel regalaba a su hijo una medalla del Cristo de las Tres Caídas propiedad de su difunto padre. Seguro que Vázquez vibró de intensa emoción religiosa.

El pelotón. En cuanto a los demás, hicieron lo que pudieron. Alguno no hizo nada, como Cuatro, que para no restar público a Telecinco se fumó las campanadas y en su lugar clavó un concurso de Jesús Vázquez. Y otros, como La Sexta, sí que hicieron, pero mejor que se hubieran estado quietecitos. Los chicos de Roures, ahora súbditos de Antena 3, ya dieron la nota en Nochebuena con una sanguinolenta película de terror adolescente y en Nochevieja decidieron tirar por el registro ‘zombi’, montando una cena en plan familia Monster con mucha casquería. Muchísimo más convencional —y eficaz— fue lo de Antena 3, que confió sus campanadas a Carolina Cerezuela y Carlos Sobera y ofreció después, un karaoke para que usted bailara y cantara en casa. ¿Simple? Sí, pero barato. Y hasta el año que viene.

tracking