Carmelo Gómez casi se congela
Tras un rodaje durísimo a temperaturas inferiores a -25 grados, la película sobre la División Azul que protagoniza el actor de Sahagún se estrena el próximo 20 de enero.
De cuando en cuando, Gerardo Herrero interrumpe sus labores de productor para tomar las riendas de una historia que le interesa especialmente, como le sucedió con Silencio en la nieve , en cuyo rodaje trasladó a todo su equipo al invierno de Lituania pare recrear un ‘thriller’ en la División Azul.
A pocos kilómetros de la capital de la república báltica de Lituania, se producía hace casi un año un viaje en el tiempo a la Segunda Guerra Mundial, conflicto en el que si bien España no participó, envió a soldados de la División Azul, en cuyas filas convivían falangistas y republicanos limpiando sus culpas.
En la Rusia de 1943, dos soldados de caracteres e ideologías opuestas, interpretados por Juan Diego Botto y el leonés Carmelo Gómez, tienen que investigar una serie de crímenes que pasan casi desapercibidos en las mortíferas estadísticas de la batalla, pero que vienen firmados con una inquietante frase: «Mira que te mira Dios».
«El hospital de campaña estaba el Lituania. San Petersburgo, lo que era antes Leningrado, esta muy cerca de aquí, a 150 kilómetros. Y Lituania es un país muy pequeño pero con gente muy preparada para el cine», explicaba Gerardo Herrero, que adapta en este filme la novela El tiempo de los emperadores extraños . Tras tres años de preparación de este proyecto, Herrero prefirió someter al equipo a las gélidas temperaturas del invierno báltico que tener que recrearlo en un estudio. Ahora, el poder de los escenarios naturales se podrá ver en la pantalla el 20 de enero, cuando se estrena el filme en España. Y puede arrancar la película con unos caballos congelados emergiendo majestuosamente del lago que tienen al lado del set de rodaje.
«El tiempo es una parte fundamental de la película y aquí se ve en el suelo con la nieve y en el cielo con las nubes. Teníamos que buscar unas fechas de invierno. Pero los rodajes se van complicando y la Ley de Murphy siempre funciona», reconocía Herrero sobre un rodaje que califica de «durísimo».
Dos militares diferentes. «Uno de los investigadores (al que interpreta Juan Diego Botto) es un profesional, un investigador, como Sherlock Holmes, y el otro (Carmelo Gómez) es más hablador, expansivo, abierto, que dice lo primero que se le ocurre. Un sargento al que le mandan el ‘embolao», resume Herrero. «Ahora podemos estar sin sombrero, pero la primera semana estábamos a menos 25 grados y entendías en tu propia piel que el enemigo no eran los rusos, sino que había que pelear contra el hambre y el frío», explicaba Juan Diego Botto.
Su enemigo, aunque no su antagonista, es Gómez. «Se trata de un tipo muy humano, pero muy ideologizado como estaba todo el mundo entonces. Se encuentra con todo ese panorama desolador, una guerra que poco a poco va viendo que no era suya», explicaba el actor. Y así Herrero apuesta por nutrir el género con densidad dramática. «Me gusta mucho el ‘thriller’ pero me gusta que tenga algo por detrás, no que sea un simple quién ha matado a quién», afirma.