Maharajás, niños, princesas y bicicletas

José Luis Fuentetaja es un ciudadano del mundo que ha viajado por los cinco continentes, especialmente por la América Latina y Asia. Estos periplos itinerantes han quedado perfectamente documentados en su extensa producción pictórica. Porque Fuentetaja (Madrid, 1951) es un extraordinario dibujante y un gran pintor. Su obra ha pasado por muchas etapas, pero siempre basándose en un extraordinario dominio de la figuración, que en muchos casos acerca su estilo el hiperrealismo.

El artista, después de un largo aprendizaje, dedicó una importante serie de sus pinturas a los indigentes, a ese mundo entre bohemio, hippy, y mendicante que, sobre todo a finales de los sesenta y principios de los setenta, pobló las calles de las principales ciudades del mundo.

Este interés le llevó a buscar e intentar comprender de primera mano la mística oriental. Para ello cogió sus pinturas y se fue a recorrer países como La India, Vietnam, Camboya, Laos… de este viaje interminable se trajo una interesante colección de pinturas en las que se refleja de forma admirable la realidad cotidiana de esos lugares, añadiendo una interpretación eminentemente poética del entorno de aquellos remotos países.

Desde retratos de exóticos maharajás y princesas indias, hasta el ambiente callejero de las populosas ciudades asiáticas y sus connotaciones religiosas. Pero, sobre todo, la mirada de Fuentetaja se fijó en las calles, llenas de bullicio y abigarrado colorido y en las que casi siempre tiene un claro protagonismo la bicicleta, quizá el más popular de los medios de transporte en el Lejano Oriente.

Iconos para Unicef. Sus cuadros más entrañables, los que aportan un mayor grado de emoción, son los dedicados a los niños, figuras llenas de belleza y ternura en las que el pintor se recrea buscando y rescatando para la posteridad la mirada ingenua de esos ilusionantes proyectos de hombres o mujeres, En su obra tendría la Unicef iconos plásticos para mil y una campañas de ayuda a la infancia.

Pero corren malos tiempos para la lírica y para todo lo que tenga que ver con las artes. Vender una obra es cada vez más difícil y los artistas que se han resignado a vivir únicamente con su trabajo, tienen que encontrar nuevos caminos para acercarse al público y crear una complicidad con los posibles compradores. Así, Fuentetaja, ha abierto una línea de producción en la que figuran bolsos, preciosos bolsos llenos de originalidad, cojines y otros elementos en los que unas veces por la acción directa del artista y otras por la impresión de sus obras, presentan todo un universo de posibilidades para que los que admiran su pintura puedan, de alguna manera, acceder a ella. Además todos sus trabajos de merchandising, tienen el añadido del toque final del artista, lo que los convierte en obras únicas. Sus precios son muy asequibles, teniendo en cuenta que, por ejemplo, los bolsos son fabricados de forma completamente artesanal y que la decoración que aporta Fuentetaja los convierte en obras de gran belleza y originalidad.

Es una pena que el tamaño se la galería no permita presentar una mayor parte de la obra de este singular artista madrileño, pero con lo que se expone en Sharon Art, los visitantes pueden hacerse una idea clara de la importancia de este pintor.

Lugar: Sharon Art. Calle Cervantes, 10.

Horario: todos los días, de 18.00 a 21.00 horas.